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miércoles, 28 de diciembre de 2016

Pantano de la Jarosa




Gracias al GPS, terminamos en este embalse de la época franquista a las afueras de Madrid mientras buscamos como llegar al valle donde está todo tirado.

Realmente un lugar tranquilo, donde debe ser fácil relajarse pescando alguna trucha, pero sin usar cebos prohibidos, que para eso está señalado en cada acceso.


Parece mentira, lo difícil que es llegar sin saber el camino. Una fecha acertada para una obra tan impresionante en Cuelgamuros, Hoy en día siguen las tumbas con flores frescas.
Impresionante, la construcción dinamitando la montaña y algo más.

 


Recomendación gastronómica: Bocadillo de ibéricos en Cogollos. Disfrutando del sol a nuestras espaldas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Kuwait - Elecciones

Solo he podido disfrutar de la primera media hora del día. Lo demás a la carrera. Desayunos de élite. Los colores de la mañana. Mezclándose rojos y amarillos. Grandes momentos. Durante el resto del día faltan horas para tanto gris.



Elecciones en Kuwait. Inexplicablemente desconocía de su existencia y de su tradición. Las mujeres disfrutan de los mismos derechos electorales: pueden ejercer su voto y ser elegidas para la Asamblea Nacional.  



En cuanto a la recomendación gastronómica, poco puedo decir. Hasta avergonzado, tengo que escribír que más de un día he sobrevivido, comiendo en lugares que mejor olvidar. Si es que donde no hay donde comer, te topas con un burguer.


 

Así que la recomendación será en el aeropuerto de Londres, en mi viaje de ida: 

Pumpkin Ravioloni, creo que una de las mejores explosiones de pesto en mi boca. Con naranja, espinacas, menta , arándanos y nueces caramelizadas. 





Sonaba bien en carta, pero en el plato una delicia.


La temperatura ha descendió. Hoy llueve. Truenos durante el día. 



lunes, 21 de noviembre de 2016

Capital Bávara


Múnich nos recibe con frio y lluvia. No nos desalentamos, por lo que nos armamos con prendas de abrigo para disfrutar de las amplias plazas, caros mercados y por supuesto de sus animadas cervecerías.
Es difícil resistirse. Menos mal que la escapada es de una única noche, sino tendríamos que pagar por sobrepeso en el avión de regreso. La cocina tradicional bávara, lo que se dice ligera no es, aunque me haga sentir como un globo aerostático.






De paseo por el Englischer Garten de Múnich, encontramos los “rápidos” del rio que lo atraviesan y a los jóvenes bañándose, pero ni rastro de los surfistas que buscábamos.








Se puede decir que simpáticos no han sido con nosotros. Por la calle mas de un golpe he recibido, al no estar rápido de reflejos para esquivar a las duras alemanas. Coches de lujo con tipos forrados haciendo rugir los motores.
En los restaurantes, los camareros impacientes y nada asertivos con nuestras dudas ante la selección de la comanda. Alguna camarera, incluso llegando a ser insolente, maleducada y demás calificativos por el estilo.


 



Después de leer lo indicado en la guía de viajes de la ciudad sobre las salchichas típicas de la zona, que han de ser “blancas como las rodillas de una moza y turgentes como sus pechos”, no había duda sobre el motivo por el cual el codillo o la pierna de cerdo pasan a segundo término.
Alejándonos de las aglomeraciones, la recomendación gastronómica es: Wirtshaus Ayingers en Platzl 1A.




Una delicia las salchichas Weißwurst -  blancas y turgentes-  (No tienen conservantes, por lo que hay que comérselas antes del mediodía), con la mostaza dulce y regado de cerveza Weißbier, de alta fermentación en la cual el 50% del cereal debe de ser trigo y el trato de la camarera exquisito. La única que nos sonríe en todo el viaje.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Fuerte Qasr Al Hosen



Mañana de paseo. Como si fuera domingo. Un viernes soleado aprovechando el buen tiempo. En pleno invierno los treinta grados son una delicia. Recargan las pilas. No es mala época para darse un baño.



Visita al Qasr Al Hosen Exhibition. Es una pena que continúe el fuerte remodelándose , pero conociendo como se las gastan en este lado del mundo, será una maravilla cuando lo inauguren. 

El museo tiene, muy pero que muy pocas piezas. Aun así, está bien montada la exposición. Las imágenes antiguas de principios del XX son lo que más me llaman la atención.





La recomendación gastronómica de hoy es el restaurante filipino Kuya Juan, cerca de la Corniche road, en el Al Ain Palace Hotel Abu Dabhi . 




Sorprende el kare kare, un guiso  de rabo de ternera, callos y salsa de cacahuete. Una mezcla explosiva . No olvidarse  de su cerveza local, la mundialmente conocida San Miguel (Pale Pilsen).

Una delicia, pero no se puede comer mucho...
Otro tipo de cocina a añadir a las probadas hasta ahora, la china, peruana, boliviana, egipcia, libanesa, marroquí, india, italiana....
Pero con mucho menos fama - por lo menos para mí- a nivel internacional.



sábado, 5 de noviembre de 2016

El cielo en Argelia


Aunque aquí los cielos estén siempre claros, parece que siempre hay nubes que nos recuerdan que las cosas son distintas a lo que nos esperamos. Aún me cuesta creer, que no está aquí para consultarle, para preguntarle por lo cotidiano las cosas de casa del día a día, para beber una botella de vino juntos. Ese es otro cielo.

Mi momento favorito, en este lugar que está lejos de ser mi espacio favorito, es cuando la noche envuelve al desierto, de regreso a nuestro campamento. Mejor imposible. Peor no se puede. ¿O sí? El tremendo muecín te recuerda donde y que lejos estás.

El aeropuerto de Adrar. Otro cielo que recuerda mucho más a otro lugar. Al final te acostumbras a todo o a casi todo. No es noticia de periódico, ni los retrasos, ni las cancelaciones ni las moscas a cientos.
Los periódicos de casa son  más sensacionalistas: “cientos de personas “, sobre todo si no eres uno de los cientos. Cualquiera que no sea del botxo se reiría de la noticia.

 ¿Cuántas personas entran en un Airbus A380?  Cincocientos. 


Ampliemos con un poco más de cielo, esta vez el alemán. Para un mejor control de inmigración, sin pisar suelo europeo, dos rudos policías atrincherados bajo sus chamarras reglamentarias, nos controlan que tengamos la documentación en regla y nos hacen descender uno a uno a la desierta pista. El autobús se ha marchado con los priority. Son las cinco de la mañana, adormilados. No se aguantan los tres grados.Los minutos pasan. Saltitos. El cuello intentándose esconder entre los hombros. Los niños ya despiertos comienzan a llorar siendo más patética la escena. No lo aguanto. Intentó volver al resguardo del Airbus A320 pero no estoy autorizado. Nadie me sigue. Miradas cruzadas entre tripulación, policía y personal de pista. Indecisión. Como siempre, Lufthansa responde, comienza el reparto de mantas. El Capitan da la cara, ya ha contactado con los responsables. 
Al llegar a la terminal, con nuestro souvenir a cuestas, nos miran con caras raras. Inmigrantes argelinos recién llegados ¿habrán cogido con disimulo las mantas? Nadie dice nada. Unos la van dejando en la terminal. Yo me la he ganado. Listo para el top manta.


 

sábado, 29 de octubre de 2016

Sinovas


 


Por el nombre de este pueblo de la comarca de Rivera del Duero y por el reclamo de la Iglesia de San Nicolás de Bari,  que según dicen es monumento de interés, llegamos a Sinovas. 
Pero como insinúa su nombre si no vas.... No es un sitio turístico. El monumento lo llevamos puesto.


Plaza principe de España, una del medio día. Dos hombres callados, sentados en el banco al sol, esperando que suceda algo. Por una vez tienen suerte.

Una mujer se baja del automóvil estacionado junto al ayuntamiento. Decidida, ella se planta delante de los dos ancianos. No cambian su postura en el banco, pero ninguno de los dos sin perder detalle. Imposible que se crucen las miradas. Para ello hay que mirar a la cara. 
Tras la consulta, sobre dónde poder comer en el pueblo, se esfuerzan y contestan con un seco: Aquí no hay.
La mujer espera la recomendación que nunca llega. Tras un interminable silencio -solo molesto para una de las partes- se da la vuelta dirigiéndose hacia el coche mientras se despide con un simple: pues en otro sitio será.
Tras realizar la buena acción del día, alegrando a la pareja de vigilantes del municipio los cuales no pierden detalle del contoneo, hasta que se pierde en el interior del vehículo. 
Risas dentro del coche. No se entiende bien lo que ha pasado. Rémoras de otros tiempos.




Restaurante montermoso - carretera Madrid Irún km 163 en Aranda de Duero - aunque probamos un exquisito revuelto de morcilla con piñones y el cochinillo al chilindron, la recomendación es el lechazo al horno de leña que se comió la mesa de al lado...
¡Que envidia!



martes, 18 de octubre de 2016

Pleine lune, Argel


Algún día, alguien me tiene que explicar en donde radica el poder relajante de la ducha. Esa máquina que se traga el tiempo. El chorro golpeándote la toñeja, me resulta tan reconfortante como esa media hora de más de sueño robado, a la pertinaz alarma que no se cansa de intentar inútilmente despertarme. Pasan los minutos, y aquí no hay nadie que me grite: 
Eh, despierta! Que te has dormido.



Al salir de mi cabina, sigue de noche. No es de día. Busco la luna de la noche anterior, lo rápido que ha pasado de izquierda a derecha, cruzando todo el campamento. Siempre he pensado que la Luna está más cerca de lo que parece.  Pero ahí, sí. En mitad de la calle cubierta de aren, hay alguien que se da cuenta:
- Pleine lune. -Me grita el vigilante.
Solo me queda mirarle, sonrisa forzada y comenzar a andar para no volver a llegar tarde al 4x4 que me está esperando.

Siempre prisas, no sé muy bien la razón. Somos conscientes del ritual de espera de nuestra escolta al aeropuerto. Esta vez, el retraso con el horario previsto de llegada Argel solo es de una hora, pero por culpa de las nuevas tecnologías y sus gadgets de seguimiento de vuelos en tiempo real, tengo varias llamadas pérdidas. Es un alivio saber que tienes en alerta a tanta gente, aunque prefiero no saber en que estarían pensando cuando había desaparecido mi vuelo de la pantalla de monitoreo y al mismo tiempo, yo no contestaba al teléfono.

Por culpa del caos en el aparcamiento oficial, nuestro coche esta bloqueado. Otros dos han dejado el vehículo donde han querido. Tras intentar forzar las puertas y ventanillas, haciendo saltar las alarmas y no venir nadie. Patadas y más patadas por parte de mi chofer. No consigue nada, pero parece que le relaja. Nadie se inmuta. Yo intentando pasar desapercibido. Perfil bajo; saco mi libro como si no fuera conmigo. Tras más de cincuenta largos minutos, más patadas que en un partido de futbol y varias llamadas por megafonía, aparece un tipo relajado, como si tampoco fuera con él, pero saca unas llaves. Se cruzan las miradas pero no intercambian palabra. Que culturas tan distintas. Me esperaba una reacción más violenta.



                  


No consigo llegar a tiempo para darme un homenaje culinario, así que está vez, no hay recomendación gastronómica.

Ahora tengo que dejar todo listo para mañana. Cuando al día siguiente tengo que madrugar, soy de los que antes de acostarme, elijo la ropa que me voy a poner, la dejo preparada fuera de la maleta, desde la camisa hasta los calcetines. Todo, para aprovechar al máximo los minutos en la cama.


            





lunes, 10 de octubre de 2016

Escapada otoñal por Londres: la ciudad de los puentes.

Hasta  este viaje  no me había fijado en la cantidad de puentes que atraviesan el Támesis, y la masa de gente que circula, mejor dicho fluye encima de ellos.
 
                 
Es una ciudad tan grande- el Grater London- que da miedo las distancias y no hay quien calcule los tiempos. Me parece que vamos siempre demasiado rápidos y siempre tarde. 


                


Ni tiempo para pararse a comer tienen. ¡Menudo imperio! Cuando la comida principal, la de fundamento, se hace en un banco mirando hacia el infinito, solo se te pueden ocurrir ideas de conquistas, peleas y demás hazañas bélicas. 


                 





Por otro lado, aquí, al igual que en Francia, me ha sorprendido la amabilidad de sus moradores. En el metro, en los restaurantes los camareros, los taxistas por las calles, la gente en las tiendas... parece que se han puesto todos de acuerdo en ser majos en el mismo fin de semana o es que nosotros también hemos cambiado. Por cierto, solo un pobre chico, manifestó alguna pequeña dificultad para entender nuestro acento - del centro- a la hora de preguntar una dirección y la repitió un par de veces pensativo, lo que fue la comidilla del viaje: 
- Es lo que hace Amama a los guiris-.  Decían entre risas, en lugar de preocuparse por el chaval, que les miraba duditativo.



                  
De los sitios, museos, barrios,...que hemos visitado lo que más nos ha gustado ha sido el Madamme Tussauds y sacarnos montones de fotos....sobre todo porque " the force is strong in my family" y no habíamos hecho colas.


Borough Market
                
 
Por otro lado, como suelen decir, no hay que fiarse de las apariencias y siguiendo la recomendación del recepcionista del hotel fuimos al Pub Doggestts Coat & Badge en South Bank. Por la parte exterior del local nunca recomendaríamos esa mole, pero el interior es lo que esperas de un bar inglés con vistas al río ( 1 Blackfriars bridge). Fue abierto por unos hermanos en 1873, por lo que también se llama Nicholson's Pub. No os voy a decir cómo se llamaban los hermanos pero si que es un sitio muy agradable para ir a cenar en familia, buena cerveza, buen trato y buena comida, sobre todo el fish and chips que pidió Santi, por lo bien frito y fresco del pescado, es el mejor que he probado nunca.


                      


Como Londres tiene de todo, también nos gustó el restaurante Memories of India en 18, Gloucester Road, Kensington. De entrantes (popadamus with pickles, onion bhajis), platos para compartir (chicken balti, lamb Rohan gosh, chicken tima masala) acompañado de pilau rice y naan bread (el que más nos gusto fue el de ajo).






Una bonita experiencia que quedó recogida en un cuaderno manuscrito por los tres mosqueteros.




martes, 27 de septiembre de 2016

Tras la búsqueda de los secretos de Madrid







Una semana corta de trabajo en Madrid, se ve recompensada al seguir la recomendación de un buen buscador que nos llevan a conocer una joya arquitectónica en el barrio de las letras. Una bodega del siglo XVII reformada milagrosamente en un buen restaurante. 



Hay que fijarse en los pasadizos y tener tanta suerte como nosotros a la hora de la ubicación de la mesa, debajo de una de las centenarias bóvedas.  Por lo tanto, la recomendación gastronómica es clara en esta ocasión y prometo repetir el pulpo braseado con muselina de patata trufada y el rabo de toro maridado con salsa garnacha de La bodega de los secretos en la calle de San Blas nº4




Para continuar con la escapada, visita por la sierra de Guadarrama, para conocer Rascafría, y al ser un día laborable sin gente, somos los únicos turistas. Un bonito paseo hasta el monasterio de la Cartuja de Santa María de El Paular, pasando por el puente del Perdón - donde los sentenciados apelaban al tribunal el injusto veredicto- desde donde luego les conducían a la casa de la horca, situada a un par de kilómetros. Nosotros seguimos el paseo hacia las piscinas naturales de las presillas sobre el rio Lozoya. Una pena que las amplias campas, estén regadas de bolsas de basura de los últimos visitantes.




 

Por cierto, impresionante la tapa que nos dan en el restaurante Caldea, un gran pajar rehabilitado, con muros de piedra, que combina al mismo tiempo con una tienda de muebles rurales. Muy curioso el local que está en la avenida del Paular 37



sábado, 17 de septiembre de 2016

Eid El Kebir en Argelia


Aprovechando que estamos de visita en la zona de Adrar, no he dejado pasar la oportunidad de intentar empaparme de la celebración del sacrificio. 

Aunque a algunos nos toca trabajar en este día tan señalado, no hay problema de horarios. Los rezos de la mañana en día tan especial, bañan todo el campamento impregnándolo todo con su mística religiosa.  

Dentro de mi habitación es como estar rodeado del propio muecín y todos los devotos al coro.¡Alla hu akbar!

 

En este viaje he tenido la gran suerte cruzarme en el camino con personas que conocen y tienen ganas de hacerse entender.

Es la gran fiesta, la gran comida, en la que como nosotros en Navidad, perdemos el Norte y consumimos hasta lo que no tenemos. Pues aquí, igual las familias piden préstamos para comprar el borrego y según cuentan, es una odisea en las ciudades, que te cuiden el animal vivo hasta el día del sacrificio....

 La fecha está marcada como no podría ser de otra manera, por la luna nueva que dio el punto final al ayuno del Ramadam. Es decir 70 días después del Eid Al Fitr se celebra el Eid El Keibir.

 

Cuando comienzan a explicarte lo que representa la celebración, es lo que mismo que nosotros, pero cambiado de personajes. Para los cristianos / judíos en al antiguo testamente, Dios le pone a prueba a Abraham pidiendo que mate a su hijo para honrarle. Y para los musulmanes es Allah el que le pide a Ibrahim que sacrifique a su primogénito.

 

Aunque no me lo creía mucho cuando me lo contaban y luego he comprobado en la Biblia (Génesis 21-9), aquí es donde empieza el problema entre las distintas culturas judías y árabes. La culpa de todo es que el bueno de Abraham fue padre primero con una mujer egipcia con la que nació Ismael y al final Sara le dio otro hijo Isaac.  Para los musulmanes al que casi mata Ibrahim es a Ismael y para los judíos a Isaac. 

 

Los árabes descienden de la rama del primogénito, de Ismael el cual se burlaba continuamente del enano de Isaac, del que descienden los judíos + cristianos.

 

Por cierto, el carnero impresionante.



 


sábado, 3 de septiembre de 2016

Entre Alce y Arce…


En este viaje, muy a pesar mío, tengo que reconocer que la dislexia galopante, me hizo dudar entre el arce y alce. Como atenuante, la hora, el jet lag y  un compañero, por llamarle de alguna manera, de los que sienten la necesidad de sentarse en tu mesa para desayunar, cuando tú has elegido el rincón más apartado del hotel y no deja de hablar a las seis de la mañana. 
Su insistencia para que probara el excelente sirope de alce fue tal, que aunque pensando que sabría a una especie de Bovril, accedí para que dejara de atormentarme con sus aspavientos con cada uno de sus bocados. Cuando me trajo la tortita con el jarabe por encima y le dí el primer mordisco fue una sorpresa.
Él entre sus viajes a por más provisiones, continuaba con su disertación sobre el color y como reconocer las distintas calidades. Explicando que era tan típico de Canadá que hasta su hoja aparecía en la bandera nacional.
Ahí fue cuando me percate de la pequeña diferencia, escapándoseme una sonrisa ¾  al imaginar, al igual que el toro en la rojigualda,  el arce en el emblema canadiense.





El tiempo fresco –a la noche en torno a los 5ºC- alegrado con la lluvia intermitente de este final de verano, solamente invita a comer. Que no es un mal plan.


Por ejemplo, en Fort McMurray el tema de la carne a la parrilla lo tienen bastante logrado. Me facilita bastante la buena definición del punto de cocinado de la misma y lo homologado que está en los distintos restaurantes. Mi comanda en Canadá, sin ningún tipo de equivocación es RARE – sellada, cruda en su interior pero caliente. Si aquí pides el BLUE RARE, está fría en su interior, no siendo agradable. 

          


En Edmonton, mucho más economico, me llevaron a cenar al Hardware Grill – en la esquina de la calle 97 y la Avenida Jasper- un lugar que si puedo, repetiré pues es mi recomendación gastronómica.

Aunque no estaba dentro de la lista de aperitivos, no pude resistirme a comenzar con un Bloody Cesar (10 $) – del que ya hemos hablado en otras ocasiones.En un santiamén devoré el carpaccio de Kobe (18$), pero con lo que más disfrute fue del soberbio combinado de carnes el elk – una especie de arce Cervus Canadensis- con costilla de buey envuelto en tocino con una guarnición exquisita de calabaza-remolacha, bañada en salsa de frambuesa, acompañado de un Conundrum Red Californiano que como dice mi hermana, fue elegido de derechas al ser el único que me podía pagar, sin que tuviera remordimientos de conciencia.

                     


 Una espléndida cena.

martes, 9 de agosto de 2016

De visita por el gélido Golfo Pérsico


Kuwait en pleno Agosto, una gozada.
Por ahora la máxima a la sombra han sido 51ºC y aunque parezca mentira, cuando salgo a la calle lo agradezco…Me siento mil veces mejor fuera, callejeando por las caóticas pseudoaceras, -destrozadas o invadidas por los coches aparcados- ya que en las reuniones me paso la mayoría del tiempo, con el forro puesto, pues siempre van acompañadas de los más modernos y silenciosos aires acondicionados,  ocultos acechando en cada esquina.


Eso sí que no hay que lo aguante. El pasar del calor al frio gélido de los 19ºC.  ¿Pretenderán probar alguna teoría sobre la adaptación de las especies al cambio climático?

Al aire libre, la teoría de los vasos comunicantes es una realidad. Al mismo tiempo que te hidratas, notas como se escapan los chorros de sudor por todos los poros de tu piel.


Lo mejor el contraste entre la temperatura de la piscina climatizada, consiguen en el hotel que esté a 29ºC. Pero la vida continúa a pesar de los contrastes y no solo a nivel de temperatura. La realidad es bien distinta, para unos y para otros. Y si quieres contraste, paseito por la playa para ver los modelitos de unas y de los otros.

domingo, 31 de julio de 2016

Pau, escapada real



El objetivo es claro: quitarnos de la cabeza al bueno de Caronte, y para ello no hay mejor receta que descansar, comer bien y beber mejor.


Me dejo llevar hasta Pau, capital real con vistas a los Pirineos. Misteriosa la amabilidad por parte de los vecinos del otro lado de la muga. ‎ No coincide con el estereotipo que tengo de los gabachos en mi cabeza. Buenas palabras, esfuerzos por hacerse entender y sonrisas. Igual es que están volviendo a sus orígenes o es que ya peinamos canas.



Al principio receloso, entre tanto devoto. Me imagino que todos de paso previo a su visita a la milagrosa Lourdes. Si están de regreso, solo puede significar que tienen poca fe.





Comenzamos visitando - a la carrera- el castillo del mujeriego, cazador y buen padre de familia. Sí, aunque parezca mentira, así lo describe el guía del château desde la sala de los cien cubiertos, al  bueno de Enrique IV, rey de Francia.  Con un poco de paciencia, algún día otro guía -a cambio de algunas monedas -, en alguna lejana capital de cualquier otro reino dirá lo mismo de cualquier otro monarca... aunque no haya tenido como este, por cuna: un caparazón de una inmensa tortuga y como bautizo el ritual de ser frotado con ajo los labios y saborear unas gotas de vino blanco de Jurançon.
La ciudad retiene los aires de grandeza de épocas pasadas.




En cuanto al mercado, me decepciona un poco, ya que esperaba más, bastante más. Aunque el queso que compramos a la aldeana, en el mercado de proximidad es muy sabroso - además de bastante más económico que en la parte “ de los puestos oficiales"-  pero... ni sombra de las boinas anunciadas en los panfletos de turismo.





La recomendación gastronómica no es fácil, tres aciertos en distintas versiones:


La Creperie du Chateau Chez Maman ( 6 Rue du Chateau), -no fue una sorpresa porque estábamos bien recomendados desde Bilbao-‎ riquísima la ensalada con pato caliente y la crep salada con huevo, jamón queso y piperrada. 
Las delicadas tapas y la buena atención en la moderna terraza de Les Contrebandiers (12 rue Gachet). No perderse la boudin noir (una extraña morcilla), una delicia acompañada de un tinto con fuerza: Mas de Jon  (Pic St Loup)



Y en el exquisito restaurante Lou Esberit (8 rue Adoue), el pied de cochon, un brazo de cerdo deshuesado que me recuerda a las manos de ministro. Un lujo los platos del Joven Nicolas Lormeau. Me alegro de tener la suerte de haberlos catado.




miércoles, 13 de julio de 2016

Desde Biarritz hasta Benicassim



El viaje en familia desde Biarritz hasta Benicassim es un regreso al pasado, canciones, bocadillos y… sin aire acondicionado, toda una experiencia.  El ruido por las ventanillas bajadas, es ensordecedor.

¡Como nos hemos acostumbrado a las insonorizaciones de los vehículos!  Por no decir cómo nos hemos podido olvidado del moreno tipo camionero.

 





La vida de los socorristas en una y otra población costera, son a todas luces incomparables. Desde la hiperactividad de unos, hasta llegar al aburrimiento de los otros.


 

Las dos recomendaciones gastronomicas- que se que le gusta a mi madre- , son del mismo tipo:  La Trattoria, Des Arceaux- 20 Av Eduard VII 64200, las pizzas al horno de leña riquísimas y regadas con un tinto de la casa, nos recuerdan a nuestro paso por Italia. En cuanto a la Pizzeri di Filippo, Avda. Ferrandis Salvador, 126, muy buena elección, un trato agradable con raciones muy generosas