Translate

martes, 29 de marzo de 2022

Bologna

Pórticos y más pórticos.



Curiosa ciudad universitaria- Bolonia “ la dotta”- nada más comenzar a callejear sorprende un poco, ver a jóvenes con coronas de laureles en los “botellones”. Pronto nos damos cuenta de que son los laureados. Las celebraciones tras conseguir el graduado universitario.  Hay alguno que no es un chaval, le ha costado un poco más de la cuenta…

Según dicen en la cola de la Torre de los Asinelli -la más alta que permanece inclinada- los universitarios supersticiosos, no suben los 498 escalones de esta torre hasta que consiguen graduarse. Las vistas son bonitas desde arriba y hay que subir antes de que lo prohíban, pero tampoco es para tanto.

 


En cuanto a  Bolonia” la rossa es fácil reconocerla con tanto ladrillo y tejado rojo. Eran unos artistas en las edificaciones con un material tan económico. Lo que más me ha gustado es la “Piazza de la Sete quiese”. Aunque solo eran cuatro iglesias, merece mucho la pena ver como consiguieron unirlas a base de patios y con la réplica del santo sepulcro.

 

En busca de la famosa Bolonia “la grassa” 

Las expectativas con las que fui a nivel culinario no se han visto cumplidas. Me parece más un fraude publicitario de las agencias turísticas que una realidad, o no hemos tenido suerte. Si se compara con cualquiera de mis otras visitas por la bella Italia, se queda la ciudad en el último puesto. Aunque a nivel mundial, tampoco es un mal puesto.

Por lo que no puedo dejar de realizar la recomendación gastronómica. Me quedo con la La Prosciutteria - Bologna (Via del Pratello, 63) - con sus tablas de exquisitos embutidos y quesos. Mucho arte y presentación de lujo. 



Aunque la experiencia más auténtica creo que fue la ”Osteria del Sole“ una preciosa taberna con mucho encanto. Debido a que ya estaba enfermo, se me ocurrió pedir agua con gas. No lo hagáis, es un insulto al emblemático establecimiento.

-                 Eso, te lo traes de fuera. Solo se sirve buen vino y bebidas alcohólicas.

La comida te la traes de casa, como las cerveceras de antaño. Un buen lugar sin duda, para disfrutar del cumpleaños de Marcela.

domingo, 20 de marzo de 2022

Nouruz en Azerbaiyán- Yeni iliniz!

 



Como nuestro inicio del año, pero con más cabeza. Es más lógico comenzar el año en primavera. Según la legislación del país: los trabajadores recibirán cinco días libres por Novruz.

Nosotros a lo nuestro, siempre a la inversa. Mucho trabajo. Para colmo, tampoco se atisba el buen tiempo. Más bien, pequeñas escaramuzas de nevadas y fuertes vientos. Vamos, lo que se entiende por invierno: frio y tiempo desagradable.

En cuanto a la celebración, solo me percato de alguna tradición que alegra un poco el día, como decorar la cantina con huevos pintados o en las mesas de los restaurantes, unos centros curiosos con trigo germinado (khoncha).


A la hora de la comida, me deben ver con cara de frio y me recomiendan un plato tradicional: Khash. No está en la carta.  Comida de invierno y que te sacia hasta el día siguiente. Extraña pero acertada definición.  El detalle de los ingredientes, terminan por decidirme: tuétano de vaca, cabeza de oveja y demás delicatesen. Aunque no entiendo muy bien, el acompañamiento a base de encurtidos, pan duro y ajo muy picado, pero…, hay que probar de todo.

 


Escapada tardia al Heydar Aliyev Center. El lema del Centro ¡Hacia el Futuro con Valores!

Una pena, pero lo encontramos cerrado. La arquitectura futurista es sorprendente.   Trasmite tranquilidad, aunque los vigilantes se empeñan en hacerme entender que debo irme.






Aún haciendo la digestión. No mentía el camarero.

lunes, 14 de marzo de 2022

Roma Terzo Tempo

¡Por fin! Todo llega, muchas cancelaciones y algunas bajas. 

El objetivo inicial era ver el partido del torneo Seis Naciones, pero con los años de espera, se diluye. Solo nos queda el colorido de la hinchada escocesa. 

Terzo Tempo


Después de los viajes de trabajo en el extranjero, ahora también tocan los de placer. Se han hecho de rogar, pero ¡que maravilla!  Es facil poner el cuerpo en modo disfrute. 

A cada paso que damos, tengo la suerte de ir reconociendo esquinas fotografiadas previamente. Fuentes y olores de anteriores visitas. Recuerdos entremezclados. Me confundo de fechas y de acompañantes, pero el fondo es el mismo. Un buen poso.

 

Menudas vistas desde la terraza del Hotel Genio. Esta vez, tampoco defraudan. Muchos buenos momentos. Hay que volver a la calma y mandar a la mierda, las dichosas aplicaciones de los teléfonos que nos facilitan la movilidad y nos privan de algunos momentos de calidad.

 

Quizás las calles respiran mejor, con menos gente. Aunque hay más normas. Sorprende el cumplimiento. Algunas insustanciales, como no dejarnos acceder a “imprescindibles vacíos”, por la ausencia de reserva. Estúpida pandemia. Durante los encierros, desde los fogones de casa, las especias nos teletransportaban al interior de esta maravilla y ahora, a las puertas del panteón, me quedo sin poder entrar. Falta de flexibilidad.

 



Séptima escapada, a la ciudad de las siete colinas. Vamos más rápido. Seguramente, intentando abarcar más de lo que nos da el cuerpo. Con los años que llevamos encima, aun unos aprendices. Momentos a la carrera. Algunas dudas: ¿no sé si hemos andado más que otras veces o es qué tengo que entrenar un poco?¿Se puede hablar de abandono del centro histórico o es parte de su idiosincrasia? Después de un par de días viendo doblar tobillos, comienzo a entender porque las señoras, se olvidan los tacones de aguja en cualquier parte.

Calles que parecen que están de obras permanentes.  Los profundos adoquines – sanpietrinos-removidos, unos hundidos y otros levantados lo suficiente, para que sufra la musculatura. Toda una prueba de habilidad. Si a eso, le añades las bicicletas y patinetes de alquiler, que florecen como champiñones, supera fácilmente a cualquier yincana o carrera de obstáculos.

 


En cuanto a lo visitado, me quedo con la Basílica di Santa Prassede. Con sus dorados mosaicos y -según la tradición cristiana- con su porción de la columna donde flagelaron a Jesus. La hemos rondado muchas veces, pero no la conocíamos. Al estar cerca de Santa María la Mayor, pasábamos de largo. Cuanta historia escondida y al alcance de la mano.

 

Hemos comido muy, pero que muy bien. Yo creo que hasta ha encogido un poco la ropa.

Estoy salivando mientras intento plasmar algunas de las especialidades seleccionadas: las albóndigas con pistachos del primer día, trippa alla romana, tegamino di cervelletto d´abbacchio, las alcachofas fritas, tonnarelli cacio e pepe y tantos otros platos , simplemente impresionantes.

Pero como hay que elegir, me voy a quedar con el restaurante Cipasso en Via Metastasio, 21.  El nombre de la calle, no era nada halagüeño. 

Nada más entrar, el comedor individual para la troupe, nos cautiva de inmediato. Muy buen servicio, Amables todo el rato. Nada más probar su amatríciana al cesanese, sé irremediablemente que será la recomendación gastronómica. Alegría exultante. Hay que tener cuidado con los caldos.

 

Mezze maniche con guanciale, pecorino romano, pomodoro, vino rosso Cesanese, mousse di burrrata affumicata


 

Un viaje de lujo, que espero repetir antes de que se terminen las especias. Hay que tener una excusa para añorar volver, a nuestra querida y caótica Roma. Aunque en el Campo di Fiori, Mauro no deja de decirme que no me preocupe. Él me las envía por correo. 

No se da cuenta de que hay distintos métodos para medir el tiempo, siendo este, mi preferido. Si se terminan las especias es que llevamos demasiado tiempo sin regresar al que continua siendo, mi destino 

preferido.


 Esperemos que todo vuelva a la normalidad y volvamos a vernos pronto.


sábado, 5 de marzo de 2022

Cerro Pompón - Desembocadura del Río Biobío

Este viaje está gafado, no hay quien duerma. 
Chile me recibe a lo grande. Un sismo de mediana magnitud “remeció” la noche de este domingo a los habitantes de Biobío y al visitante que escribe.

A las diez y cuarto - a pesar de estar solo en un tercer piso- todo tiembla. Según el Centro Sismológico nacional el movimiento telúrico fue de mediana intensidad (La magnitud registrada fue de 5,6, con una profundidad de 33,5 kilómetros) pero a mi, me tira literalmente de la cama.

No soy el único que se asusta. Se escuchan movimientos en las habitaciones contiguas. Cuando me centro y entiendo lo que está pasando, el cansancio gana la partida. Regreso a la cama, meciéndome con las mini réplicas.

Al día siguiente, en el desayuno todos hablan de las casualidades. 27F la misma fecha que el terremoto y posterior tsunami del 2010 que arraso la zona. Las fotos en los teléfonos de como quedo Talcaguano después del devastador maremoto, imponen.

 


Escapada al santuario de la naturaleza Península de Hualpén, en la desembocadura del rio Bío-Bío un paseo bonito por el mirador del cerro Pompón, pasando por la cueva de los piratas. Me recuerdan, no sé muy bien porqué, que es donde el pueblo Mapuche planto cara a los conquistadores españoles.

 Aún siguen reclamando sus derechos:  Resistencia Mapuche Lafkenche . Tierras de Jesuitas hasta que fueron expulsados del país y pasaron a manos de familias latifundistas. Intento sacar tiempo para ir a ver el museo de Don Pedro del Río Zañartu, pero lo dejaré para próxima visita.



El cochayuyo, es un alga parda comestible que según me dicen está muy buena. Aunque los jóvenes universitarios que disfrutan del atardecer en la playa, parece que prefieren pasarse de mano en mano, el melón con vino blanco.

 


Recomendación gastronómica: Después de probar los chunchules – intestinos trenzados de vaca-  en Concepción. Me quedo con las mollejas grilladas y las empanadas de carne de La Cabrera (  c/  Isidora Goyenechea 3275, Las Condes) una delicia.