Translate

lunes, 28 de diciembre de 2015

Paris


Lo hemos vuelto a hacer. Una sola noche. Una locura para muchos.  Una escapada fugaz, pero que da mucho de sí . Llena de  recuerdos, que he tenido la suerte de revivir en cada esquina.
 
 
 
El Hotel Europe Saint Severine ( 38 rue Saint Séverine 75005 ) es un magnífico lugar para alojarse cuando se visita París. Muy tranquilo, en el centro, en el barrio latino, rodeado de buenos restaurantes, bares y a un paso de Cathédrale Notre Dame.  Desde la ventana de nuestra habitación, se ve el esplendor de esta ciudad.
 

 
El buen tiempo nos acompaña.  Pasear por cada calle es pura magia.  La única norma es no hacer colas.  No sé por qué pero si hubiésemos querido entrar en el centro Pompidou hubiésemos consumido todo el tiempo y el ruido ensordecedor de miles de turistas agolpándose para subir a la torre Eiffel hacen que sean totalmente prescindibles.
 

 


Para terminar el día, sentarse en la terraza Aux Tours de Notre Dame, uniéndonos así a otros turistas y viendo la vida pasar.
 



 
Después de trasnochar, levantarse pronto, antes que la ciudad despierte, para ver amanecer también merece la pena.  Es curioso ver las caras de lunes de los parisinos que comienzan la semana, mientras continuamos de fin de semana. 
 
La recomendación gastronómica: el azar y los manteles de cuadros (rojos y blancos) nos llevan a descubrir: Le legendaire Boeuf bourguignon del Chez Fernand ( 9, rue Christine - 75006 Paris) y su magnífico Gateu Colant au chocolat. 
Servicio profesional, trato agradable y un género exquisito. Asombra la carta de vinos que dispone para un local de esas dimensiones. Volveremos a degustar el champagne y los caldos de burdeos. 



 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Stalingrado




 
La explanada del  museo de la defensa de Stalingrado ya ha sido  acondicionada y - por ahora-  puedes llegar hasta tocar las ruinas  de la fábrica de harina que queda de la batalla.

No me hace tanta gracia, la réplica de la Fuente Barmalej que está delante, pero que se le va a hacer.
 
 

Pero como siempre, lo que más me gusta son los mercados y en este momento no les hace falta camarás para refrigerar los alimentos, aunque la temperatura es alta (-1ºC) comparada con otras visitas a la ciudad en las cuales el termómetro bajaba de los -20ºC. Por cierto, aún no han caído las primeras nieves, estando a mediados de diciembre.


El problema para los paseos es el viento, que hace que la sensación térmica sea dura por lo que con -1ºC hace bastante frio…y hace que me tenga que calar la txapela para que no se me vuele. Me da un poco de pereza el metro,

Aquí os dejo las vistas del hotel : un patio con encanto ,





 

 


Y esta foto, que aunque no sea una buena recomendación gastronómica también tiene su gracia poder ir a caballo hasta la hamburguesería, ¿No creéis?