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martes, 30 de abril de 2013

Cocinando en Bolivia

Domingo, otro más.
Para conocer las distintas realidades, qué hay mejor que conocer la cultura gastronómica del Gran Chaco Boliviano.
Para ello insisto -de manera cansina- ya que quiero que me enseñen los secretos de la cocina a la cruz, -hoy toca cabra-, pero no les veo muy interesado en que este husmeando.
Lo que he podido sacar en claro, después de un severo interrogatorio, sobre cada paso que daba el amable y poco comunicativo cocinero:
Se macera desde la noche anterior (como mínimo 4 horas antes de ponerlo cerca del fuego) un cabrito abierto por la mitad, en canal. Sal gorda, aceite, ajo y limón.

Se prepara un gran fuego, pero grande, y mientras va tomando forma, te dedicas a crucificar al animal. Con alambre, se amarra a la cruz, que es un hierro con dos cruces, por las cuatro patas y por el centro.
Se coloca la carne a aproximadamente 150 cm del fuego,  a favor del viento, al principio hay buenas llamas. Según el experto, la distancia es la que el fuego te permite estar, sin tener que retirar la palma de la mano, porque te quemas. Yo me quemaba pero según el, esa era la distancia. Como en todo, depende el aguante que uno tenga.
Comenzamos colocando  la parte externa lo más alejada de la hoguera, es decir que se haga primero la parte interior de las costillas. Cuando comienza a verse vapores por el exterior, aproximadamente al de 45 minutos, se comienza a regar con una especie de  salsa chumichurri  (ajo, orégano, aceite, limón) por el exterior, con un cazo, para que no se seque y se cambia de posición cada media hora.
Otro que estaba atento.

Al de 3 horas, está listo. El tiempo depende del tamaño del animal. Para mi que este, era una cabra más que cabrito pero el resultado…Sin palabras, se te saltan las lágrimas.

La única pena que no teníamos un buen rioja para acompañarlo. Esto hay que probarlo con un cabrito lechal.
 
Soportales de Santa Cruz de la Sierra

Bueno, ya estoy en Santa Cruz, si todo va bien de regreso para casa y con el "pasaporte en préstamo" por el departamento de inmigración, ya que tengo que devolverselo para seguir los tramites de mi renovación de visa. Ha sido toda una experiencia.

domingo, 21 de abril de 2013

Parrillada en Bolivia


Taller oficial de reparación de motocicletas
Hoy domingo, no había excusa para desconectar, nos hemos quedado sin misas. Parece ser, que al cura le han sacado del pueblo, por decir verdades como puños, durante las homilías.  

Recomendación culinaria, que hace mucho que no hacemos:  parrillada, pero como ni el chorizo es chorizo, ni la morcilla es morcilla, y la chuleta es chuleta en todas partes...

Ubre a la parrilla.

... me he decantado por ubre y corazón. El segundo, al paladar, es algo intermedio entre hígado y riñón, pero bastante más duro. Del primero he repetido y he preguntado la receta:
  • Mercancía: La dueña de la teta, que sea menor de un año.
  • Preparación previa:   Hervír la ubre entera durante 1 hora. Se filetea en frío
  • Parrilla: se coloca a media brasa. Al final golpe de calor
… y francamente buena.

lunes, 15 de abril de 2013

Bolivia- Una de licuado

Pilotos confiando en la reparación
El piloto del avión 2477 para demostrar la confianza que tenía en el buen trabajo del mecánico, que le reparo por segunda vez la turbina, fue tan convincente que hizo que yo me montará en el tercer intento despegue, desoyendo las recomendaciones -a miles de km- de mi abogada.
Simple pero efectivo. El mecánico y su caja de herramientas volaban con nosotros. Eso si que es un certificado de garantía del taller mecánico y confianza en el trabajo realizado.
Una vez aterrizado- en la escala- la turbina, no consiguió el cuarto intento y tuvieron que cambiarnos de avión para llegar al destino: Yacuiba.
El domingo, después de una misa maratoniana, he vuelto -pero está de vez de incognito- al mercado campesino a por más papas- la ojosa cochabambina- para poder hacernos unas tortillas.
Mercado Campesino- sección cárnica

Es un lugar que me encanta, es todo un espectáculo, con la capacidad de sorprenderte en cada puesto. La forma de vender la mercancía desde el buhonero vendiendo el colutorio mágico que quita el color verde de las hojas de coca con demostración en vivo, hasta las frutas, quesos y todo tipo de carne.
Siguiendo todos los consejos de los médicos – se podría definir como una ruleta rusa – en cuanto pautas alimenticias en el extranjero, me he tomado un vitaminado en uno de los puestos de comida.
¿Qué es lo peor que me puede pasar?

Por los que lo tomaban- parecía que habían pasado una mala noche- me imagino que será el “Bloody Mary” afrutado. Baten papaya, frutilla, manzana, plátano, avena, espinacas, cervecina, leche y un huevo crudo. Luego le añaden un licuado de remolacha y zanahoria.  Una bomba. La pajita se queda de pie, por si sola. Y hasta que no te terminas lo que queda en la batidora, te siguen sirviendo. Por ahora, y después de 5 horas, sin efectos secundarios.

lunes, 8 de abril de 2013

Bolivia - experiencia mistica en la catedral


Tras una mala noche, dando vueltas en la cama sin poder pegar ojo,  seguida de una mañana de domingo sofocante en Santa Cruz de la Sierra, con 30ºC y una humedad del 97% en el ambiente,  no sabes si lo que empapa tu ropa, es el agua de la lluvia o el sudor de tu cuerpo.

El objetivo sencillo del día: ir al centro a la parte antigua a la plaza 24 de Septiembre, donde está la catedral, -las bóvedas de madera son curiosas y el altar mayor tiene parte de plata de la misión jesuítica- oir misa y tomarme unas cervezas, en plan aperitivo dominicano.
La misa latina, con su canticos y la homilía hicieron que tuviera que esforzarme al máximo para no perder la concentración. Pero no pudo ser,… ¿quién no se ha echado un sueñecito de meditación trascendental?
En esas estaba, luchando contra el  peso de los parpados, cuando una paloma en vuelo rasante, me rozo la cabeza viniendo desde el altar. Dios que susto!
Creo que hasta chille y para mí que el cura me miraba, mientras decía,” dichosos los que creen sin haber  visto”. Si fuera otra época hubiera gritado MILAGRO!  para disimular mi vergüenza.
¿Fue una experiencia mística? ¿Lo había soñado?  Como siempre la realidad, era más sencilla y no soy tan importante. La celebración se hace con las puertas abiertas de par en par. Como llueve, los que alimentan a las palomas están a cobijo  y  no es tan raro que se cuele alguna paloma despistada.

sábado, 6 de abril de 2013

De descanso por Lanzarote



Una de vacaciones. Si es que no paro de relajarme- aunque parezca mentira- sin dejar los aeropuertos ni las maletas.

Lagarto de Haria- Gallotia atintica- se salvo in extremis de ser capturado y los padres de pagar la multa

Está vez celebración familiar. Viaje relajante a Titerogakaet, la zona más alejada de lo que queda del África española. Donde el turismo es sostenible, hasta con los campos de golf y los hoteles de pulserita. 
¿Sostenible? Ja! ¿Pero cuántos helados puede tragarse un niño, alojado en un hotel con pulserita?



Tres pinceladas

Primera-
La Geria = agudizar el ingenio para conseguir poder beber un buen caldo. El campesino debe llegar a la tierra cultivable, plantar la vid, taparla con ceniza para que retenga la humedad ambiental de la noche y le aislé del calorcito del día, y para que no se constipe hay que protegerla del viento con un muro de piedra volcánica. Esto es necesidad, y lo demás coplas.


Segunda-
La cueva de los verdes y su secreto. A mis años y con lo poco que me gustan las cuevas, no pensaba que lo diría, -pero si la guía le da emoción y no lo sabes de antemano- merece la pena entrar. No vale la pena que te lo cuenten, hay que sorprenderte y descubrir lo que oculta en su interior.
Los Jameos del agua


Tercera-
Solo si quieres morirte de envidia, visita la casa de Manrique y piensa en las fiestas que ha tenido que soportar esa terraza con piscina.



Bueno, encaminadas las bodas de oro,  creo que deberíamos ir programando las siguientes (esmeralda, diamante, platino y brillantes) o como los cangrejos ciegos de los Jameos del agua, contamos para atrás y lo celebramos cada año por todo lo alto, porque como dicen “no hay mal que cien años dure”.