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viernes, 24 de febrero de 2023

Divisando el Peñón

 


¡Pero como te lo montas! – Tengo que escuchar estoicamente.  

Cada persona que me llama al teléfono, parece que sabe que es disfrutar de los carnavales en Cadiz.  Por la envidia que les doy, debe ser la leche. Por lo menos, suena a fiesta y diversión. 

Nada más lejos de la realidad. Ni tan siquiera aquella antigua confusión: ni siesta, ni comprensión. Un sindios.

 

Aunque siempre hay algo que merece la pena.

Ver el río Guadarranque, entrando al mar, amaneciendo con el Reino Unido al fondo, es el minuto de gloria diario.  El Peñón de Gibraltar, una de las columnas de Hércules, que irónicamente marcaban el límite del mundo conocido y yo me quedo con las ganas de pasar al otro lado.

 


De recomendación gastronómica, ni hablamos. Sin tiempo. Pura franquicia, a un paso antes de caer rendido en el hotel, para meter gasolina para que no se pare el motor.

domingo, 19 de febrero de 2023

Escapada por León

Las obras en el casco antiguo, con direcciones prohibidas modificadas. que hacen inservibles los sistemas de GPS por sus callejuelas, agravado por las inadecuadas indicaciones de la recepcionista del hotel, casi nos llevan a la tragedia, pero el caos inicial, es solucionado por la pericia de los conductores. Esperemos que "el afán recaudatorio”, no sea grande y que no nos lleguen las multas, ya que entrar en el Casco Histórico de León, sin permiso oficial, sale a la friolera de 80€.  

¿Quién dijo miedo? A todo trapo.

 


Todo muy bien organizado, ritmos marcados y bien dirigidos en un fin de semana de carnaval y como siempre, los excesos se pagan. Algunos fallan en los museos, otros no llegan a la siesta, pero en lo importante estamos. 

Risas, algún mal chiste - al final se hace realidad el del mago- y la buena disposición nos hacen disfrutar de una bonita ciudad entre amigos.

 

Me ha gustado mucho los paseos bajo las murallas con las torres semicirculares, pasar por la puerta del castillo, tras visitar el museo de la Colegiata de San Isidoro con el auténtico Santo Grial, -este sí que sí- que nos lleva a la cárcel y los monumentos iluminados por la noche.

De día, ver que aún sobreviven tiendas tradicionales, para la gente que vive,  las farmacias de toda la vida y no solo dedidacas al turismo, es un punto muy a su favor de esta ciudad. Leon consigue mantener hasta el mercado de alimentos en la Plaza Mayor, donde me compro una gran bolsa de ajos. Con tanto peso, necesito hasta ayuda de un porteador profesional, para llevar a casa el botillo, los quesos, salchichones y demas articulos indispensables, de la cultura gastronómica leonesa. 


La recomendación gastronómica: ir de tapas. Pero cuidado, hay tanta diferencia entre bares que es imprescindible hacer un estudio previo, porque al final te llenan sin quererlo, y al ritmo que llevamos hay que saber decir que no a la tradición. Aunque sean gratis.

Las dos seleccionadas en el barrio húmedo, en la tasca el "Rincón del Gaucho": las patatas con morcilla y en el "Café bar Rúa 11", las tapas de autor. Muy elaboradas y diferentes, te atrapan y una sopa de ajo tradicional, que quita el sentido.

sábado, 11 de febrero de 2023

América del Norte- Península de Yucatán


Despierta mi bien despierta

Mira que ya amaneció

Ya los pajarillos cantan 

La luna ya se metió

 

A parte de ser un peñazo de canción, que tengo que aguantar cada vez que hay un cumpleaños en el restaurante, cantado a coro por los pobres obligados camareros alrededor de la mesa del homenajeado, es mentira. Mentira cochina y gorda. Los pájaros en Yucatán cantan a todas horas y no a tono bajo, y mucho antes de amanecer. Otro autentico peñazo. No hay quien duerma. Al final , todo los días dando vueltas en  la cama soñando con el pantagruélico desayuno. No sabes que elegir, porque están todos los platillos de la gastronomía regional. Por mucho que fuerzo, no hay quien pueda probarlo todo, aunque por las pintas …, alguno parece que lo intenta.

 


A la hora que baje a desayunar, ahí está. No falla. En su esquina.  Es un habitual y le tratan a cuerpo de rey. Como dicen en casa, hay que analizar el material de esas camisas. 

Pero en fin, cosas del paraíso 

 

 

Tengo la gran suerte que, de regreso de la obra de Valladolid, nos desviamos -un poco - a las 

Ruinas de Aké, cerca de Mérida.  Nada turísticas. Silencio, restos arqueológicos Mayas y un poco de atletismo para acceder.

Estamos solos y eso me gusta. Senderos poco marcados y muchas dudas sobre datos (su auge y esplendor se ubica entre los años 600 y mil 200 d.C.) y épocas de la civilización Maya, pero lo que está claro es que continúa asombrándome algunos siglos después. 

Bien bonito, ver la naturaleza como recoloniza su territorio.

 


Por otro lado, pegada a las ruinas mayas, historia reciente : ruinas industriales una desfibradora de henequén y una cordelería. Bien curioso y después de ir al Gran Museo del mundo Maya, se entiende mucho mejor. En los últimos años de la época colonial comenzó a incrementarse la demanda de fibras para las jarcias, sogas para los puertos. Lo que genera una gran riqueza en Mérida y lo llaman el oro verde. De esa época, en la que entraba dinero a raudales, son las casas y palacetes del centro de Mérida. Pero todo se fue al traste con la investigación y las fibras sintéticas. Adiós, paraíso económico.

Son muy bonitas las ruinas porque se ve toda la maquinaria de buena madera de la fábrica, para producir fibra henequén, con su rueda , su prensa gigante de madera y las plantaciones de agave que ahora crecen con un desorden cuadriculado.

 

En cuanto a Mérida, mejor pasar desapercibido.

Como me dicen los locales, hay mucho bravo y demasiado hierro, así que mejor dejar las insignias corporativas con la bandera “roja y gualda”, para la obra.  ¿A quién se le habrá ocurrido plantar semejante emblema nacional en el brazo? 

 


Como leí en el Palacio del Gobierno del Estado de Yucatán, los Mayas rechazaron la intrusión occidental durante veinte años. Luego su cultura conquistó al conquistador. Se entiende perfectamente el cariño que tienen a los conquistadores. Muy curioso ver los restos de historia diseminada por las salas:

Tras el levantamiento de indios mayas encabezado por Jacinto Canek … La ejecución se llevó a efecto en la Plaza Mayor de Mérida, justamente en frente de la Casa de Montejo, el 14 de diciembre de 1761, a las ocho de la mañana. El sanguinario acto fue presenciado por el gobernador, los más distinguidos capitanes y los encomenderos más ricos de la provincia. Canek fue descuartizado con barretas y tenazas al rojo vivo; luego quemaron sus despojos y arrojaron sus cenizas al viento.

Así que cada vez que me preguntan de donde soy :

  • De Bilbao de toda la vida 

Y al que pregunta más, balones fuera. Hasta zanjar el asunto con un seco, País Vasco.

  • Ándele, pues no pongo muy bien en el mapa a los Países Bajos, pero es Europa , no?

Con tanto amistoso, ya lo relacionarán al Athletic. Tiempo al tiempo. 

Por cierto, según dicen el juego de equipo más antiguo de pelota que bota -por ser de goma de hule macizo - tiene una buena curiosidad, que espero no se implante en San Mamés, pero con lo que cuesta meter un gol, seguro que les incentivaba …

Si un jugador hace pasar la pelota por uno de los aros situados en el centro de la cancha, automáticamente ganará el juego . Según la tradición, el jugador que lograba dicha hazaña ganaba el derecho a reclamar las joyas y prendas de todos los espectadores, lo que desataba una verdadera estampida de gente, que huía para tratar de salvar sus pertenencias.

 

En cuanto a la recomendación gastronómica, nada fácil. Se come demasiado bien. Creo que es el único país donde el tema de la obesidad, no se puede relacionar con la comida basura yankee. Es una cultura gastronómica impresionante y un deleite para los sentidos… pero la báscula, va a mandarme a otra categoría, para el próximo combate.

 

El plato que más me ha gustado, sin contar los desayunos, es en el restaurante Picheta en la plaza de la independencia ( Calle 61 x 60 y 62 ) Res en costra de cacao y pimienta verde, puré de camote, reducción de vino tinto y calabazas parrilladas. A partir de ahora, me he convertido y soy un apasionado más, por la nueva gastronomía Yucateca.

 

Aunque para decir verdad, el plato que he repetido más: Arrachera. Una delicia de carne a la brasa. Tierna y sabrosa. Un despropósito. 

 

Con ganas de volver y poder sacar un poco de tiempo para poder acariciar el Caribe. Esta vez, tan cerca, a unos pocos kilómetros y no ha podido ser, ni pisar la arena.