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martes, 19 de septiembre de 2023

Córdoba, con solera



Un viaje en el tiempo, intenso. Desde los romanos que fundaron “Corduba “, ha llovido mucho…Para nosotros tampoco ha sido en un pestañear, ni mucho menos, como nos dijo Susana, la guía, en la plaza de las “Tendillas”, empapados bajo el chaparrón. Al “Gran Capitan”, el tiempo se lo marcan por soleares, con el reloj flamenco, aunque a media noche, el duende parece que se ha ido a dormir.  

 Mucha cultura, pero lo que más envidia me da de esta milenaria ciudad, sin duda alguna, son los bares genuinos, con historia, como el grupo en el que me acoplo. Yo, un intruso.

 


De camino al museo de Julio Romero de Torres, donde queríamos ver a “La Chiquita Piconera” -más desafiante que triste-, nos topamos de chiripa con la Taberna Sociedad Plateros (San Francisco 6 junto a Plaza del Potro) de 1872. Se nota el cariño y el orgullo con el que nos explican las vivencias de decenas de años. Finos, partidas de dominó y muchas comidas con sobremesa. Las fotos de las paredes lo atestiguan, por ejemplo, en el rincón donde se reunía el califa comunista. Bastante más que un asiduo cliente.

 

No puedo dejar de nombrar a la “Taberna Burlaero” -en andalú- , protegidos por los caldos de la benemérita, entre tanto toro. La encontramos callejeando por la judería, intentando librar los azucaques sin salida. Grandes momentos, esquivando a los camareros subiendo los menús, por la concurrida escalera al primer piso,

 


Sin olvidar, la alegre y concurrida “Taberna Guzmán”, con el olor de la Alhóndiga de toda la vida y sus maravillosos carteles de las corridas de los años 20, con alegres mujeres y parroquianos de toda la vida. Algunas prueban su primer finito. Un lujo.

 

Noche del Patrimonio- una suerte, con micro conciertos por distintas partes del casco antiguo. Como no podría ser de otra manera, terminamos entrando en la mezquita catedral.

La visita nocturna amplía las sensaciones. ¡Viva los romanos!!! Alguien tuvo que trabajar, ya que es claro que tanto los árabes, como los cristianos reciclaron bastante, por lo que es difícil ver entre las mil doscientas columnas, varias iguales.

 


 En cuanto la recomendación gastronómica, me quedo con la Taberna San Miguel (Casa Pisto) que era la casa de una familia y mantiene su distribución.  Al gran grupo, nos colocan en un reservado con azulejos, como en casa, donde degustamos una amplia gama de platos tradicionales en uno de los locales más antiguas de Córdoba. El salmorejo nos encantó, y la mazamorra. Aunque lo que más me sorprenden, son las manitas de cerdo.

Manuela muy maja, acierta de lleno con las cantidades y con “el tardeo “que debe ser una tradición en los viajes de este grupo. En la ribera del Guadalquivir, en el “Vo-raz de Julio”, donde terminamos bailando al son de las canciones de los noventa. Pero esa es otra historia del grupo, en el que los que no están, son nombrados. Se les siente cerca.

 


 

9 comentarios:

  1. Se oían campanas, o qué pasaba en la plaza del gran capitán?

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    1. Nosotros al menos, no oimos nada y eso que estabamos atentos, esperando para salir danzando por soleares...

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  2. Muy buena narración,comparto todo lo escrito

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  3. También muy recomendable la taberna la viuda con sus croquetas de jamón y caldo de carne y el potaje de la viuda estupendamente servidos por Manuel

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  4. Maimonides, sigue en sus 13!!!

    Volveré porque le toque el pie en lugar de la barba para no quedarme sin pelo

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  5. Susana nos metió un par de goles…una aberración!!!

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    1. Lo de Averroes no es cierto?

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    2. viene del latín aberratio (desvío, acción y efecto de salirse del camino)
      ab +errar

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