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domingo, 19 de febrero de 2012

Çayirli entre nevada y nevada









El motor del taxi no conseguía la temperatura adecuada como para poner la calefacción o eso le entendí al taxista. Está vez no me pilló de sorpresa- a mi llega al aeropuerto de Erzurum marcaba -21ºC- pero estaba equipado como para una travesía por el Himalaya (Botas, chamarra, forro, otro forro, guantes, pasamontañas).




En Çayirli el tiempo es más suave, pero nos han caída los mayores nevadas del año, lo que ha provocado problemas en la carreteras y bastantes problemas en la obra.







Según dicen los entendidos, no es normal las precipitaciones que están teniendo en la zona, ni que duren tanto, pero no se les ve preocupados con sus Renaults 9 y 11 en pleno funcionamiento. Es el coche más visto y yo que pensaba que estos 4x4 se habian dejado de fabricar en los 80...



Las alimañas - no todas llegan en avión- han bajado con los nieves al pueblo. A las 6 de la mañana veo desde la ventana zorros buscando comida. A la noche se escuchan lobos pero yo aun no los he visto.




Tengo la suerte de estar alojado en el centro del pueblo, que tiene sus cosas buenas y no tan buenas. Recordando experiencias anteriores estoy entre dos minaretes, por lo que los cánticos matutinos resuenan como si estuvieran dentro de casa.




La gente es muy amable, los paisajes son alucinantes y la comida está riquisima. Hoy he tomado una "pida" que estaba de muerte!

La imagen era la típica del slow foof: El señor trabajando la masa con un rodillo de madera -el triple de grande que el que suele verse en las cocinas normales- estudiando la colocación de cada ingredientes y terminando la obra de arte rompiendo un huevo por encima a lo largo de toda la "pida" para ser metido directo a un horno de leña... solo le faltaba el rioja, pero esos son los pequeños detalles que me hacen pensar en lo lejos que estoy de casa.






















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martes, 14 de febrero de 2012

Londres, -5ºC

Creo que hemos elegido el periodo más frío para visitar Londres, por lo que para poder sobrevivir a las bajas temperaturas, hemos tenido que integrarnos con las costumbres locales, haciéndonos con "el calor de la noche en un bar".
Entre los distintos locales me quedo con el Grenadier, es lo que yo siempre me había imaginado como un "English pub", fuera de la ruta turística, no porque no vayan los turistas sino porque seguramente te rindes antes de encontrarlo. Es tan difícil de encontrar que hasta en la carta tienen un planito para que veas lo cerca que has estado de encontrarlo sin tener que preguntar.





Está en la Wilton Row , 18, en un barrio donde lo más vulgar es tener aparcado a la puerta de casa el Porche, como si fuera una bicicleta de segunda mano.



Desde 1730 están sirviendo pintas, así que entiendo que ya habrán aprendido como tirarlas, pero nosotros fuimos guiados hasta este recóndito lugar por sus famosos Bloody Marys – la mejor cura para la resaca- y realmente merece la pena. Según reza encima de la barra del pub- Home of the famous Grenadier Bloody Mary .
El lugar es pequeño y lleno de recuerdos militares del pasado, la comida es lo que te esperas de la comida Inglesa pero servido por un camarero sacado de una película escocesa de los años 40 con un cuarto de cara paralizado, peculiarmente despierto a la hora de ponerse la propina.









A la hora del Gin Tonic, nos llevamos una gran desilusión, porque los carteles anunciaban que se había terminado la ginebra.







Como a Londres siempre se va a hacer compras, porque en el resto del mundo no hay ni chocolate, ni té, ni pastas de té... también hicimos unas compritas, como buenos turistas.




Es de destacar la amabilidad en el Camden Lock Market, donde se aprecia el señorío y la elegancia que siempre precede a los locales.


Hasta un señor muy amable, que hacía la señal de la victoria con la palma hacia dentro, me advertía mientras sacaba una foto a un ciclista que tuviera cuidado con las focas - ¿pero si no hacia tanto frió? - gritando en su lengua vernácula focofocofocof




Para los que prefieren ir de fin de semana a amoroto:


Tener cuidado con las mascotas que aquí están los locales preparados.