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sábado, 22 de julio de 2023

De visita por el desierto de Sonora

Parece que no es muy normal cenar solo con un libro, en un restaurante "fusión" mexicano-tailandés, en San Luis Río Colorado. Como un pulpo en un garaje.

- "¿De dónde eres y qué haces aquí?", me interroga duramente la mesera, mirándome a los ojos, mientras garabatea mi cuenta.

Aunque no soy dado a dar muchas explicaciones, esta vez y siguiendo recomendaciones, le digo con mi mejor sonrisa que no estoy solo, le informo de dónde vengo y por qué estoy aquí.

Tras colocar a Bilbao en su mapa mundi y al no ser yo de las personas que tratan de llegar al norte - un bicho raro -, la voluminosa morena se relaja y resume : No estoy de paso, pero sí de visita. Solo trabajo.

Me confiesa que si ella pudiera se largaría de ahí, pero nació aquí. La ciudad más caliente de México en este momento, con un clima invivible para quien no ha crecido aquí, y me comienza a enumerar las desventajas: desierto, la frontera y el calor marcan su día a día. Y las noches las calientan los malos.Aunque Europa está en guerra, saldría sin pensarlo. Dice tajante mientras me devuelve las monedas del cambio, sudando la maldita gorda y disculpándose, por el mal funcionamiento del aire acondicionado.

 

Al mediodía, recorrer los diez minutos al restaurante que me han recomendado es un poco locura, rondando las temperaturas de casi 50º. Calles vacías y sin sombras. No se ven ni puestos de tacos - una sombrilla, un par de sillas y una mesa plegable - como había en Mexicali.

 


De camino al trabajo, ya sé de dónde han sacado la idea de los decorados de las películas apocalípticas de Mad Max o Terminator. Grandes camionetas oxidadas al sol, junto a garajes en pequeños ranchos semi vallados. Carreteras vacías, el desierto social, polvo, calor… y te imaginas fácilmente la catástrofe futura, porque ya está aquí. Te das cuenta de lo que estas sudando cuando vuelves bajo sombra. Empapado. La maleta de cabina, no da para tanto cambio de ropa.

 Dedico tiempo a comprobar si es cierto lo que me dijeron y parece que sí. Hace casi sesenta años - 57 para ser exactos el 6 de julio de 1966 - se registraron 58,5º C en una estación del servicio meteorológico nacional mexicano.  Toca no quejarse porque aun puede subir mas de diez grados...

 

Como no podía ser de otra manera siempre hay alguna sorpresa, los milagros de la vida. Este desierto alberga casi la mitad de la fauna y la flora desértica del mundo. Todos los días al atardecer , acompañado por Diego el reubicador de fauna que me dice que estamos en temporada alta, podemos ver algún animalito… arañas, liebres , pequeños roedores, pájaros saltando, lagartijas de colores alucinantes, escorpiones, cascabeles y demás amiguitos.  Habrá que tener cuidado

 

Lagartija Leopardo

 

La recomendación gastronómica sin dudarlo en Mexicali: restaurante Los Arcos, los tacos gobernador - son de machaca de camarón con queso - para repetir y el pescado, nos comimos un Pargo, muy bueno. Un cachondo el camarero enseñándonos lo fresco que estaba.

 


En San Luis Río Colorado, me quedo con la comida mexicana de El Parianchi, y lo que no puedes dejar de probar es el Mole Poblano, lo acompañan con arroz, frijolitos y cebollita curtida.

 

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