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jueves, 23 de junio de 2022

Ilusión y sorpresa: King Abdulaziz Center for World Culture - Ithra

 Más de 300 km sin nada más que arena, antiguos campamentos abandonados, alguna infraestructura de gas a un lado y la red eléctrica al otro. Ya es mala suerte, millones de años de evolución para poder llegar a sobrevivir en el desierto de Arabia y por sorpresa, que se termine tu existencia, golpeado por un vehículo. En el arcén, un pequeño zorro con sus grandes orejas blancas agonizando,  tras lo que me imagino un atropello. Intento comentarlo, pero el otro pasajero duerme, es lo que tendría que estar haciendo yo, pero voy repasando, todo lo que tengo pendiente. El conductor levanta los hombros, no creo que me entienda.

Alkhobar Water Tower


Un par de semanas agotadoras.  Muchos kilómetros, demasiados. Lista de objetivos que cumplir, para poco tiempo. El sol castigando, y la humedad, es la puntilla. Esta última semana, de camino al trabajo, veía ilusionado, cada madrugada, los carteles anunciando la posibilidad de hacer un poco de turismo y al final los astros han cuadrado. La gente se va a Bahréin. Yo, no me veo con ganas de esperar tres horas para pasar la dichosa frontera.  

 

Ultima tarde, bien aprovechada y sin ninguna aglomeración.

Primera parada “Mangrove eco park”, una zona protegida con manglares. Muy bien preparada, a pesar del clima que no acompaña.



Se han marcado como objetivo plantar 10.000 millones de plantas en la costa de Arabia. Mucho me parece, pero si se lo proponen lo lograran.  La verdad es, que es una gozada ver este oasis de vida, repleto de peces, crustáceos y aves.

 Pero lo que me ha vuelto a dejar sin palabras, es el Centro para la Cultura Mundial Rey Abdulaziz, «Ithra». Según dicen está ubicado donde estuvo el primer pozo petrolífero de la zona de Dhahran. La forma tiene su coña, con la torre de 90 metros erguida en el centro.

El acceso no es fácil El chofer, no la tenía nada consigo, parece que entras a una zona controlada o de oficinas de Aramco. Después de muchos años en la zona, parece que soy el primero que le pide ir al museo.


El efecto de los más de 350 km de tubería de acero inoxidable en la fachada logra un efecto futurista y el interior no se queda a la zaga. Salas imponentes -la arquitectura es espectacular - el museo (pasado y futuro) muy bien organizado, aunque si me tengo que quedar con una zona, me quedo con la biblioteca, un espacio de otra época. 

Aunque disfruté como un niño pequeño, sorprendiéndome con todo, no me dejaron entrar en el museo infantil. Menos mal que para expresarme con los pinceles, no limitaron la edad. Intentaré volver con más calma, para volver a ilusionarme.

 ¡Qué edificio tan bonito! Es algo que hay que ver y sentir. Difícil de explicar, pero emociona.





En cuanto a la recomendación gastronómica, la Lubina del mar rojo del Restaurante Al Sanbok,  en Corniche Rd, Al Sahil, Al Khobar 34611, un lujo en todos los sentidos.


sábado, 4 de junio de 2022

Por el Camino del Cid - Peñaranda de Duero

Aprovechando el destierro y la jornada de verano en Madrid. Es tan grande la urbe que siempre hay algo que apatece. Como disfrutar de la gran faena de Morante de la Puebla, en la corrida de la Beneficencia – por cierto, presidida por Felipe VI- pena de estocada en Las Ventas, ver un partido de futbol en un pub rodeado de escoceses entregados ante el resultado de su selección, o pasear por el retiro, delante de los puestos de la interminable feria del libro, ojeando la marabunta.

Pero bueno, lo mejor la decisión del regreso a casa, la parada en Peñaranda de Duero.

Gran sorpresa al pasar por el arco.  Es como si se abriera el telón al conjunto histórico. Te metes de lleno en la Plaza Mayor, con sus soportales, el palacio, la colegiata y, si levantas la vista te das cuenta que está vigilada -la villa amurallada - por el castillo en lo alto.



 Y como es entre semana, estamos solos. Bueno casi, porque sin quererlo, al ir a la oficina de turismo nos vemos inmersos en plena grabación de un documental: La ruta del destierro del Cid. Molestando a Irati que tiene que hacernos de guía particular en el precioso Palacio de los Condes de Avellaneda, donde lo famoso son los artesonados, pero yo, sin dudarlo, me quedo con la escalera.

Nos cuenta que las columnas de delante de la colegiata estaban coronadas por unos leones, pero que las tropas napoleónicas, prefirieron aligerarlas y se los llevaron para Paris. Vamos, que los pinchos no son para espantar a los buitres.

El pueblo es una auténtica maravilla y sin entrar a hablar del clarete, otro tipo de arte. Un gran descubrimiento.  Me queda pendiente – porque volveré-  la visita a la bodega subterránea “La Carcel”, porque llegamos tarde.

En cuanto a la recomendación gastronómica, pues entre semana los villanos, nos recomiendan cambiar de pueblo y terminamos en La Vid, así que una vez más, me centraré en la capital del reino.

Tras pasear por el barrio de Salamanca terminamos en la “Taberna & Media”, en la calle de Lope de Rueda 30. Es para ir con apetito, ya que no pudimos con todo.  El sabor especial lo puso el salmón marinado en gin-tonic, espectaculares los torreznos crujientes y sorprendente el plato de setas con alioli de miel. Una explosión que casi termina con nosotros. Volveremos con refuerzos.


Torreznos Crujientes De Fuentidueña

Setas Shiitake Con Ali Oli De Miel