Momentos tensos en el Golfo Pérsico, aunque solo sea palpable en que hay más movimiento en los aeropuertos. En los paseos por la
playa, se intuye por el boom producido por lo que me imagino será algún avión que va
más rápido de lo que le permite el sonido.
Llegada a Kuwait tras los tres días de luto (las
instituciones del estado cerradas y la bandera ondeada a media asta) decretados
por el emir, tras la muerte del sultán de Omán. Siempre me ha gustado ese país,
esperemos que al que le toque mandar ahora, siga con la idea de usar la riqueza
petrolera en beneficio de todos sus paisanos.
Aunque con alguna incertidumbre, al final me animo a ir a Kuwait
City.
Es una suerte dar un paseo por el zoco de Al Mubarakiya, que ya está ataviado con sus
mejores galas para celebrar el día de la liberación (26F) y disfrutar de una buena comida en una de sus
grandes terrazas, que por cierto, desde la ultima vez, han cambiado los aires acondicionados, por calefactores.
La recomendación gastronómica, es en la terraza de la plaza junto a la mezquita. Impresionante el Bab Ghanush (puré de berenjena) con el pan recién hecho. Una delicia.
La gente espera que todo vuelva a la calma tensa de otras veces. Demasiado implicados, pero como todos.