Hoy he dado un paseo por las calles de Santa Cruz y se
escuchaban hasta tus propios pasos. Parecía una escena de una película rodada trás el apocalipsis energético. Todos los establecimientos cerrados. Familias en bici,
paseando o corriendo, pero nada organizado, ni masivo como suelen ser los días sin coche.
Entre una imagen y otra solo existe un referéndum de por
medio. Las medidas excepcionales que implantan los gobiernos en Bolivia – al igual
que en otros países como Argentina, Brasil, Colombia…son estrictas y se
cumplen.
Hay medidas que se agradecen y disfrutan, como la prohibición de la circulación de vehículos motorizados,
sean particulares, oficiales o de servicio público, con excepción de aquellos
vehículos que exhiban la autorización extendida por el Tribunal Supremo
Electoral (TSE), pero hay otras que son más exigentes sobre todo con este
calorcito como es el caso de la ley
seca – empieza dos días antes y hasta las 12 del día siguiente: sí 60 horas
de abstinencia – estando prohibido el consumo en cualquier establecimiento público
o privado. Según el TSE esta medida tiene el objetivo de que los ciudadanos
estén conscientes de la decisión que tomarán el día de la elección.
Y como dura hasta el día siguiente...será para que no puedan
ahogar las penas si el resultado no es el que esperaban o para no poder celebrarlo
en caso contrario.
Como persona precavida vale por dos: nos dimos un homenaje
en el restaurante el Aljibe -Calle Potosí esquina Ñuflo de Chávez- en el centro
donde se pueden comer los platos cocinados como antiguamente todo regado con Gran Reserva Campos de Solana (Tannat- Malbec- Petit Verdot). Muy tranquilo. Está
en una casa que la han remodelado basándose en como serian hace unos siglos: con
un espléndido aljibe en su patio interior.
El “Camba” que me llevo, eligió el menú completo, para que
probase los platos típicos que le hacia su madre. Con mucho arroz en lugar de
papa de otras zonas, por la influencia de la colonia japonesa que llego después
de la primera guerra mundial para ayudar a repoblar la zona.