Disfrutando del día de acción de
gracias en Kuwait. Siempre hay algo por lo que estar agradecido. En este tipo
de países, las comparaciones son odiosas. Estamos en el lado bueno de la balanza.
Me viene a la mente otras épocas.
La hora de Bill Cosby enseñando al torpe de Theo como trinchar el pavo. Lo veíamos
como algo lejano, al igual que la jodida fiesta de Halloween que parece que lleva
toda la vida metida en nuestras vidas. Como la odio.
Como va todo de rápido, igual algún
hijo majara comienza con la tradición y terminamos reuniéndonos algún día alrededor
de un reseco pavo. Espero no verlo.
Bueno, hay que tener mente
positiva. Una jamada es una jamada. Tengo que buscar ese episodio para
comprobar si es tan divertido como recuerdo o no tiene ni puñetera gracia.
Seguro que el origen es una
adaptación de alguna fiesta pagana por las cosechas, que luego adoptaron las
distintas religiones para dar gracias a Dios por los dones recibidos o por ser
el pueblo elegido. Siempre hay que dar las gracias. Aunque no creo que tengan
el coraje hoy en día, en recordarles a los indios primigenios, la que liaron
por ayudar a los primeros colonos, en lugar de dejarles morir de hambre.
Les salió cara la celebración de
la primera cosecha. Como el bufete del hotel, menuda subida de precio.