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martes, 22 de enero de 2013

Bolivia, una de aves


 El viaje movidito, domando las nubes y el aterrizaje de aprendiz, pero nada que ver con el de hace dos semanas: el piloto se olvido de sacar el tren de aterrizaje. Gracias a Dios, esa historia no me ha tocado.
La selva del Chaco

Hoy a mi llegada a Santa Cruz estaba todo cerrado. Yo un poco desorientado – ni idea de que día vivo en el campamento todos son lunes-  le he preguntado al taxista que sucedía, y me ha contestado que era una de las fiestas del presidente, el año nuevo Aymara y se ha quedado tan ancho.

En el hotel me han dicho que la mitad de la información era correcta, era festivo desde hace cuatro años, por ser el día en homenaje a la creación del Estado Plurinacional de Bolivia, que coincide con la toma de posesión del cargo por el presidente .
El país es impresionante, ahí os van unas fotos,
Polluelo desorientado
Posado en el balcón de la habitación
Esperando que caiga la noche

domingo, 13 de enero de 2013

Yacuiba, una de famosos en el mercado campesino

Comienzo  la visita asistiendo a la misa en la Parroquia de San Pedro Apóstol – de los franciscanos- que es el patrono de Yacuiba porque según dicen se derrumbo  durante un terremoto quedando la figura del santo intacta. Durante la guerra del Chaco, al ser el mejor edificio se utilizó como almacén militar, estando toda la iglesia rodeada de sacos de harina y arroz, amontonados hasta varios metros de altura, mientras se continuaba con los oficios habituales.

Al entrar en la Iglesia, en un lateral había una chica llorando, me han saltado las ganas de decirle la frase del amor en los tiempos de cólera,- Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar-, pero igual alguno pensaba que yo pudiera estar implicado, así que he preferido distraerme con las miles de bombillas chinas que adornaban el altar y su gran árbol de navidad.
Siguiendo las recomendaciones de  la recepcionista del hotel, me voy de paseo hacia La parroquia más innovadora por sus formas, que es la de Nuestra Señora de la Inmaculada del Pilcomayo, me recuerda a una central térmica. Aunque estaba cerrada nos dejan entrar y poder observar la curiosa cúpula que ideo el arquitecto. Ciertamente curiosa.
  
Sabalos del rio Picomayo

El día de hoy no se podía cerrar sin intentar cumplir un encargo, conseguir  la mejor papa de toda Bolivia, así que nos dirigimos al mercado campesino.  ¡Que cierto es el dicho de que para conocer una ciudad, hay que visitar su mercado! Es impresionante, que vida, que  movimiento que colores y olores.  Frutas, carnes, verduras, quesos, peces,..


Puesto de Frutas en el mercado campesino


Tras localizar la zona de los tubérculos blancos, hemos revolucionado un poco el mercado. Pero.. ¿ de donde ha salido tanta gente? Parece que no es muy normal, poner tanto interés ni  hacer tantas preguntas sobre las papas. No se quien se lo ha pasado mejor si las de los puestos o nosotros, pero al final, según las expertas nos hemos llevado una papa autentica de Bolivia, con ojos profundos,  no se si es la Imilla la Llokalla o alguna parecida, pero es de clima húmedo, no harinosa, de gran sabor, muy resistente a los bichos y nutritiva.  Nada que ver con los productos que estamos acostumbrados, pero ciertamente no es tan bonita.
Al sacar la cámara para sacar unas fotos, nos han reconocido ¿?
- Sí ya sabía que érais los de la tele, esos que van haciendo preguntas.
 Así que la acumulación de personal - debida a nuestra repentina fama- estaba en aumento.
 Al final con el tesoro en nuestras manos, nos hemos infiltrado en la zona de comidas del mercado, totalmente recomendable si no eres escrupuloso, y nos hemos comido unas empanadas salteñas con una cerveza auténticamente boliviana -la huari- bien helada.