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domingo, 24 de abril de 2016

La llegada de la primavera en Canadá




Cumpliéndose la previsión del tiempo que aparecía en internet antes de la salida, el clima es un poco veleta, -la temperatura pasa de +20ªC a -5ºC en un par de días y otra vez a positivo-, lo que dificulta bastante la realización del equipaje, sobre todo volando con una única maleta de cabina.



El blanco de mi última visita, cambia a una sorprendente paleta cromática de grises, que día a día se acerca más al verde.
Se puede decir que la primavera ha llegado y con ello toda las campañas de prevención, para estar preparados ante posibles indeseados encuentros con osos, coyotes, alces y demás fauna.
 
             
En cada uno de los recorridos para llegar al trabajo – un poco más de 200 km diarios- pongo todos mis sentidos esperando tener la suerte de vislumbrar la vida salvaje.  Pegado a la ventanilla, lo único que veo son grandes rapaces, en vuelos tranquilos en la lejanía y un par de ciervos de cola blanca, saliendo del típico bosque boreal, en los cuales parece que no pueden entrar más abetos, pinos y álamos, -de lo apiñados que están- luchando por llegar lo más alto posible.
 
Como curiosidad gastronómica, he probado la carne de bisonte. Muy tierna, jugosa -para lo poca grasa que tenía- y algo dulce.  En casi todos los restaurantes ( BBQ & BAR) tienen hamburguesas de bisonte (bison burguer). Para mí, los precios son desorbitados: siempre hay que tener a mano una buena tarjeta.

               

lunes, 11 de abril de 2016

Lisboa en Tuk Tuk

 
 
Siguiendo los colores del Loiola, en su gira internacional por Lisboa, nos hemos dado cuenta de que no pasamos indiferentes con camisetas de hinchadas rivales.

 
 
¡Mira, dos hermanos uno del Benfica y otro del Sporting!- Se repetía cíclicamente, mientras nos miraban incrédulos al vernos pasear tranquilamente. Unos animando a unos y reprochando al otro y viceversa.


Para conocer la ciudad seguimos la recomendación de Jon y nos montamos en el Tuk Tuk de Camila (50 euros 6 personas 1 hora), una experiencia que no se nos olvidará rápidamente.
-          Camilla… La que voy a necesitar yo, para llegar a casa!- Dijo Glori entre risas para poder subir al carro-moto.
Los famosos tuk tuk de China han invadido Lisboa. Es impresionante los atascos que se montan en los puntos altos de los miradores turísticos.

La recomendación gastronómica es clara. Restaurante Toma Lá-dá-cá  – en el barrio alto, cerca del tranvía de Bica.  Travesa do Sequeiro 38. Es un restaurante -sin cartel en el exterior- lleno de portugueses con corbata que parece que trabajan por la zona. Sirven rápido y no reservan. Un pescado muy fresco y muy bien preparado, raciones grandes y un precio de locura.

 

martes, 5 de abril de 2016

Argelia una de esperanza


Ni un alma, ni siquiera un pájaro. Nada más vacío que una puesta de sol en mitad del desierto. Es mi momento favorito. Todo es posible y descansas. Un mar de arena que se extiende hasta donde te llega la vista y en todas las direcciones.  Pero todo se termina y mañana – in salah- regresamos a la civilización.

¡Por fin! En el viaje de regreso, me he dado cuenta de que ha llegado la carretera, ahora la mayoría del tramo – siempre que nos lo autoricen- se realizará sin moler mi espalda en cada bote. (Aquí no hay baches, es todo uno). Gran alegría.


Al llegar al aeropuerto, las sonrisas se han terminado y ha comenzado la espera, los retrasos… Además con los vientos que están soplando estos días, al ver el avión de hélice no me ha dado mucha sensación de seguridad, pero por lo menos el piloto era viejo y barrigudo. Y eso sí, que siempre me da una sensación de tranquilidad. Manías que tiene uno.

Como el día era de esperas, también me ha tocado esperar y esperar a que salgan las maletas. No la mía. Siempre intento viajar con equipaje de mano. Pero por lo menos escribo estas líneas.