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martes, 20 de septiembre de 2022

Polonia- una sorpresa agradable

 


Cultura, comida y sobre todo, la gente mucho más amable de lo que yo me esperaba. Me he quedado con ganas de regresar, pero a otro ritmo, vamos, de vacaciones, sin trabajar. La estancia en Plock ha sido bastante intensa, durmiendo poco y mal. No ha sido una de las mejores elecciones de hotel, pero en fin.

 Aunque parecía que este viaje estaba encaminado a trabajar y trabajar, al final he podido ir al centro y recorrerme el casco antiguo. Una sorpresa. Me quedo con el atardecer sobre el rio, el concurrido cementerio y su historia medieval. 

En la plaza del ayuntamiento, una triste melodía lo invade todo. Un solo de trompeta, que no consigo saber de dónde viene. Me cuesta, pero al final, levantando la vista, viene de la torre del ayuntamiento.

Medio día. Función completa. Del reloj salen 2 muñecos- Vladislao y Boleslao - que reinaron de 1079 a 1138.  Años en los que Plock, fue la capital de Polonia. Yo ya me esperaba la imagen de Juan Pablo II, porque como las empanadillas, está hasta en la sopa. Sus sarcófagos - que parece que se van a caer- están en la Catedral de la Virgen de Mazovia, que está pegada al castillo que domina, desde la colonia, el muelle sobre el Vístula.

Casas con colores tranquilos, la gente de cháchara, aprovechando que aún no llueve. En el numero cinco de la calle Grodzka - la más antigua de la ciudad - nos comimos un pato asado con manzanas y remolacha frita, que creo que es el más jugoso que me he comido nunca.

De regreso a la capital para tomar el avión, unas horas de turismo. Buena señal, la bandera roja y blanca del país, no defrauda. Aunque Lewandowski está consiguiendo que cada vez se vean más los colores azulgranas. 

Palacio de la Cultura y la Ciencia 

Lo primero que veo, me recuerda al Empire State de Nueva York. Solo falta el gorila. Pero no. Es el edificio Stalin. ¡Cómo se las gastan los rusos , a la hora de rellenar la gran plaza!
A la mañana, en los subterráneos, mujeres vendiendo ropa al “menudeo”. Saliendo de los carros de la compra o en percha en las manos, tres camisas un jersey o una colección de bragas tremendas. Otra realidad. La crisis parece que está apretando y la subida de los precios, se nota en las corregidas cartas de los restaurantes.

 


Venía con la idea de un país reconstruido a lo soviet y para nada. Las tristes imágenes que se ven en distintas zonas de la ciudad no dejan lugar a duda, de lo que debió ser el gueto con su muro y la destrucción total al terminar la guerra, pero el bueno de Jan Zachwatowicz -el arquitecto que reconstruye Varsovia-  basándose en fotos y cuadros antiguos, hizo un trabajo espectacular. Da gusto pasear tranquilamente por las calles empedradas del centro de la moderna ciudad antigua.

 

        Alzamiento de Varsovia- Resistencia saliendo de las alcantarillas, con la Iglesia detras. Metafora o realidad


En la plaza Rynek Starego Miasta, siguiendo las acertadas indicaciones de Josemi , en el Bazyliszek disfrutó de una costilla con miel y nueces que son dignas de probar. Un espectáculo. Cuidado los precios no van acorde al tamaño de las raciones, dejandome en varias ocasiones mal, por no poder terminar lo que he pedido...



Para consuelo de unos y desgracia de otros, son siempre muy grandes. 



6 comentarios:

  1. Muy chulo numayos ya tienes otra recomendación para próximo viaje

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    1. Tus comentarios….
      Gasolina para el motor

      Muchas gracias numaya

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  2. Polonia seguirá siendo roja y blanca. Por Boniek, nunca fue negra y blanca (Juve) o rojo oscuro imperial (Roma). Los colores nacionales están por encima de los jugadores de fútbol.

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    1. Muy bonita , sin duda

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    2. Tonterías!
      Esos jugadores no son del mismo nivel

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    3. Robert Lewandowski es diferente, totalmente….
      No es acertado tu comentario.

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