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sábado, 10 de septiembre de 2022

Fort McMurray - Consejo Tribal de Athabasca

 

 “Aquí estamos, somos fuertes, somos los Mac”, - como decía la canción- seis años después del desastre más costoso de la historia de Canadá. El fuego que arrasó Fort McMurray y gran parte de Alberta.

 


Vuelta a Canada. Tierra de oportunidades para algunos y para mí, más bien, solo me trae recuerdos de épocas grises y tristes.

Revisando mi blog, yo estuve a mediados de junio y el fuego se dio por controlado, no extinguido, el 5 de Julio.

Parece que mis estancias en este “fuerte” están ligadas a momentos históricos y poco agradables. Banderas a media asta, por la muerte de la jefa del estado. como señal de respeto hacia la reina británica Isabel II. El final de una era. Ahora toca esperar a ver qué es lo que les depara con el nuevo rey. Con lo orgullosos que son, igual no están por la labor, de seguir siendo vasallos. Vete tú a saber.

Gente dura. No son de trato fácil, por lo menos en obra. Sonrisas, pero siempre con segundas. Miles de personas que dejan sus casas para venir a esta zona inhóspita, a cambio de unos salarios estratosféricos, con unas rotaciones de risa: dos semanas de trabajo una de descanso en casa. El aeropuerto de esta pequeña localidad, tiene conexiones a todas las ciudades de Canada.

Entiendo que se puede comparar con los buscadores de oro del lejano Oeste, pero del siglo XXI.  Carretas por aviones y el whisky de aquellos siglos se ha modernizado, por lo que las pruebas de drogas en las obras están a la orden del día y con perros adiestrados en busca de estupefacientes.

Fort McMurray, una ciudad en mitad de la nada, con unos precios acorde a los ríos de dinero que mueven los trabajadores, pero que, a mí, me da vergüenza la cuenta que pagamos, por un “New York Striploin” y una botella de vino del valle Okanangan de Canada en el Keg Steakhouse (10006 MacDonald Avenue Fort McMurray ). La carne buenísima y el trato muy bueno.

En mis noches de insomnio, creo ver de nuevo las luces del norte: el espectaculo de las auroras boreales. Aunque ni color con las que conseguí ver en el campamento hace muchos años. Por cierto,  sigue funcionando a la perfeccion la aplicación del telefono: "Aurora Fest" que te va indicando el % de posibilidad que tienes de ver la radiación solar, si miras al norte. 


Antes de ir al aeropuerto, parada turistica. 
Se celebra el festival cultural del Consejo Tribal de Athabasca, para promocionar la cultura indigena del Norte de Alberta. Muy interesante. 
Musica, danzas, costura -ropa para protegerse del frio-, como montar un tipi... Aunque yo me quedo con el arte culinario. Piezas de carne gigantes, sobre distintas variedades de parrillas. 


Como no podia ser de otra manera, aqui tambien hay una especie de talo. Una masa harinosa, que se coloca enrollada en una punta de palo alargado. Me falta habilidad, porque se me churrasca, pero lo importante es participar y ver como se rien del gabacho del bigote. (Parezco de Montreal de toda la vida)


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