Hay veces que, aunque no quieras y la pereza te presione, los
deseos se cumplen.
Toda la maquinaria puesta en marcha para organizar un fin de
semana en Granada, con el objetivo de regresar al patio de los leones.
Nos volvemos a reunir para hacer realidad la ilusión de la Jefa
del Clan. Aunque después de la visita, le
parezca que los leones están demasiado limpios y mucho más lejos de lo que ella
recordaba hace 50 años.
Es impresionante la fortaleza, pero si tengo que elegir me quedo
con lo de fuera. Disfrutando del placer de pasear por las calles estrechas
llenas de olores, viendo la Alhambra iluminada entre la muchedumbre de
turistas, con la cartera bien sujeta, eso sí, para escuchar la ciudad.
Si hay que escoger un instante, me quedo con revivir la experiencia
en el Carmen del Albaicín en el mirador de Morayma. La cena me transportó 30 años atrás, cuando vivíamos
protegidos por nuestros padres, esos gigantes que sostenían mi mundo. Las risas
y el buen vino de la casa nos hacen olvidar rápidamente " las tetas de la
sacristana".
Aunque
sintiéndolo mucho, la recomendación gastronómica no está recogida en el
maravilloso panfleto que me acompañó durante todo el recorrido. La casualidad
nos guía hasta el restaurante la Alameda, c/ Rector Morata 3. Un local moderno
con muy buen servicio. Me encantaron las albóndigas y la ensaladilla rusa con
centollo. Espero volver con más tiempo y ampliar la desgustacion. La cocina
abierta muy buenas sensaciones.
¿Alguna carrera en el Aeropuerto de Madrid por la justicia, no es así?
ResponderEliminarOh yeah! Brother!!!
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