Shah desert

Tiempos de cambio. Después de la época de tormentas de arena que nos estamos tragando – no es una metáfora- dicen que llegará el calor. Ahora solo hemos alcanzado los 33 º C.

 

Solo han pasado días, pero parecen meses desde mi experiencia TOP LUXURY de mi entrada al blog anterior. El trabajo en este lado del mundo  me hace perder la realidad del tiempo, no sabiendo ni en qué día vivo.

Hay que levantarse muy temprano y acostarse muy tarde,  lo que hace casi imposible cualquier actividad que no sea la estrictamente laboral.

 

Aunque, también es verdad que sigo disfrutando…del paisaje. Sobre todo, en los atardeceres de regreso. Para cualquier lado que mires desde el 4x4, todo son dunas y dunas doradas que llenan todo el horizonte. Lo único malo es que el que conduce,  le gusta que el coche se le deslice, surfeando, pero con el ruido de fondo, en lugar de los beach boys, el pitido de la alarma del vehículo cuando pierde adherencia.

 

Escaparte del campamento al final de día, y perderte entre las dunas, es una gozada. El lenguaje del desierto, si te paras a escucharlo, no hay silencio.