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viernes, 28 de marzo de 2025

Doha y su magia preparando el Eid al-Fitr : De cansancio a sonrisas.

 Hay días en los que parece que el cansancio va a poder con todo. Estás en el hotel, intentando sacar el trabajo a deshoras, llamas al servicio de habitaciones y te preguntas si tendrás que esperar mucho más. El día parece no tener solución y la rodilla un poco tocada. Pero justo cuando te resignas, la bandeja llega con su misterioso encanto, cubierta por tres tapas metálicas para que no se enfrié, como si fueran un pequeño robot trayéndote la cena. Al ir a levantar una de las tapas, me doy cuenta de la tarjeta:

“Welcome to your home away from home.
We hope you enjoy your stay as much as we enjoy having you with us.”

Pocas veces pasa, pero esos pequeños detalles son los que marcan la diferencia para los que pasamos meses danzando de cama en cama.

Y para colmo… ¡el masala curry de cordero está de muerte! ¡Es de los mejores que he probado! Me ha devuelto la sonrisa y me ha reconectado con el mundo.

 


En las últimas horas del viaje, aprovechamos para recorrer los barrios turísticos de Doha. Comenzamos por la moderna Ciudad de la Educación, para volver a la mezquita para ver la famosa fuente de los cuatro ríos…, pero una desilusión, todo el viaje organizado para verla y sigue seca. Será solo para los más fervientes musulmanes, porque, aunque estamos en pleno Ramadán que era cuando se ponía en funcionamiento como me dijeron hace unos meses, no hay leche, ni miel, ni tintorro. Una pena, esa fuente parece tener más magia para el más allá que para el aquí y el ahora.

Junto a ella, la Universidad de Georgetown de Qatar, en un lugar emblemático. Me pregunto si los directores jesuitas de la universidad en los Estados Unidos se atreverían, en este momento, a apoyar la exposición Museo Palestino -su primera muestra descargable: “Gaza sigue siendo la historia”. Celebrar la rica vida de Gaza y compartir sus historias, mientras los intentos de desarraigarlos de su tierra crecen, es una exposición que toca la fibra.



Al atardecer, nos dirigimos al lujoso Katara, decorado ya para la celebración, donde continúan con los chorros de aire acondicionado, soplando con fuerza, a pesar de que ya el clima pide ponernos un jersey.

Para finalizar, para romper el ayuno, cenamos en Souq Waqif, que será el lugar donde hago mi recomendación gastronómica. 



Disfrutamos de la cena en la planta de arriba del restaurante iraquí Al Adhamiyah. El cordero, preparado de varias maneras, es sencillamente una delicia, pero lo que más me sorprendió fueron los tiernos tacos a la brasa Lamb Tikka Yogurt, ¡una maravilla para el paladar! Aunque lo que más te puede gustar es el del aperitivo:  Musellih Kibbeh, una mezcla de carne molida de cordero con frutos secos y especias, envuelta en un delicioso talo de trigo gordito. ¡Un verdadero manjar!

 

domingo, 16 de marzo de 2025

Boinas , bonitos y carritos de botellón en Cantabria

Disfraces de aldeanos, boinas bien caladas, entrecejos pintados y colorete. Una tradición, un poco extraña de Santoña.

Botellón con barra móvil - los carritos- en la plaza de Abastos, es la celebración del "Día del Aldeano", la traca final del Carnaval.



Adivinar quién es del pueblo y quién estaba disfrazado de pueblerino, puede ser un bonito reto.

Algunas compras, bonito, anchoas y el chorizo de Géne. No hay que perder oportunidades.

 

Con el estómago ya pidiendo algo más elaborado, nos dirigimos a nuestra cita gastronómica en El Solana, pero esta vez en la remodelada taberna del restaurante con estrella Michelin.

La recomendación, no es fácil. La carta está muy bien porque está diseñada para "compartir" al centro de la mesa entre los cuatro, a cucharada limpia.

Tardaremos en olvidarnos del  aguacate tatemado - asado a lo mexicano- con queso fresco y una vinagreta, una combinación de sabores frescos y cremosos. Luego, me sorprendió gratamente los callos y manos de cerdo servidos con patatucas.

 


A la salida, las vistas impresionantes, un paisaje que parecía de un cuadro, las verdes campas y el contraste de los montes nevados al fondo.

 Otro día en Cantabria, aunque no era la salida programada de todos los veranos, es siempre una sorpresa. Una mezcla perfecta de tradición, gastronomía y paisajes que quedan grabados en la memoria en buena compañía. Y esta vez, sin duda, no fue la excepción.

 


Para terminar visita fugaz al Santuario de la Bien Aparecida.

En el retablo mayor se encuentra la pequeña talla de la Virgen, cuya aparición en una ermita en 1605 sigue siendo un misterio, aunque para mí, sencillo…

 alguno que la escondió y no pudo volver para recuperar la estatuilla.

 

 

 

jueves, 13 de marzo de 2025

Un Cambio de Ritmo "Ramadán en Arabia Saudí"




Qué diferente es estar en mitad del Ramadán en Arabia Saudí ahora. Las restricciones para los no practicantes ya no son lo que eran hace quince o veinte años, cuando nos sentíamos casi perseguidos. Hoy, hasta le pido un cafecito al tea boy en el despacho cada dos horas, sin problema. Y qué decir de la diferencia para ellos: antes soportaban el ayuno bajo los 50 grados del verano, y ahora lo pasan con fresquito del final del invierno.

 


Aun así, el cambio de horarios se nota. En el hotel, la cena no empieza hasta que han servido el iftar, el servicio de habitaciones se paraliza, así que me toca acostarme tarde y hoy mi visita al museo ha tenido que suspenderse, abrían a las nueve. Aquí la vida se ha trasladado de noche, y el trabajo, cuando toca, también. La flexibilidad horaria tiene su lado bueno, pero las noches largas traen consigo atascos curiosos a las dos de la mañana. Interminables.

 

Esta vez la recomendación culinaria es obligada, en el comedor de la obra: los currys, excelentes. Picantes, muy picantes, pero llenos de sabor. Lo demás, a base de club sándwich.



 

Escribo estas líneas con la emoción de saber que el Athletic ha pasado a cuartos. Qué nervios, y qué pena no estar en San Mamés. Pero en casa seguro que lo habéis disfrutado. Ojalá podamos ver juntos la semifinal, porque la siguiente ronda, me pillará en México. Un desastre manejando la agenda.

 

Luna llena y eclipse. Espero no perdérmela

lunes, 10 de marzo de 2025

Oviedo

 

Algún día quizás me haga un poco más sociable, pero hoy por hoy, las visitas guiadas me superan. Y si son “free tours”, ni te cuento. Además de no darte factura, te envían un mensaje en plan aviso: “Usted está contratando un Free Tour. Se trata de una ruta de libre aportación, lo cual no implica gratuidad.” O sea, que es gratis, pero no tanto…



Después, un buen rato de charla histórica que termina siendo más largo de lo que imaginaba, con algún que otro dato erróneo. ¿En serio te cuentan que Alfonso II quiso crear un linaje de Reyes y se casó con la hija de Carlomagno? Suena raro, incluso para un ignorante histórico como yo. Lo único cierto es que Alfonso II, el “Casto”, fue el rey que más tiempo mantuvo la corona, viviendo hasta los 82 años. Y todo gracias al "no follar".


Y para rematar, te piden tareas: valorar el trabajo del guía y tu nivel de satisfacción para decidir cuánto pagar. Lo habría agradecido mucho más si pusieran el precio desde el principio, la verdad. Aunque, al menos, vamos en grupo y hay gente educada que entiende mejor estas cosas. Yo me habría escapado mucho antes...

En cuanto a la ciudad, no puedo decir mucho más que lo poco que vi del “Oviedo Redondo” y su ambiente me ha gustado. Tendré que volver, porque, a pesar de lo que prometía un día relajado, se me complicó…


El Mercado del Fontán es una verdadera maravilla. Ver cómo los ovetenses compran grandes erizos de mar es todo un espectáculo.

La recomendación gastronómica es fácil: sabemos la dirección y la ubicación, pero aun así tenemos que preguntar. Hemos estado en un restaurante “casi clandestino” en pleno centro de la ciudad, pero con estrella. Se trata de un lujo camuflado dentro de lo que parece un centro comercial. "El Vasco", un edificio emblemático en el corazón de Oviedo. Una grata sorpresa. Una verdadera grata sorpresa. Una sala pequeña, cocina con barra y cuatro mesas.

Génova (con un apellido precioso), nuestra sommelier y jefa de sala, nos ayudó desde el principio, adaptando la experiencia a nuestro variado grupo. Apuesto a que no nos olvidará fácilmente. Cada uno de nosotros tenía su menú personalizado con su nombre. No entiendo cómo perdí el mío.



El Menú Corto NM "Paisajes Diversos", preparado por el chef Daniel, es una auténtica maravilla. Es difícil quedarse con un solo plato, y los que menos me entusiasmaron no fue por culpa de la comida, sino porque aún no soy lo suficientemente audaz como para probar un postre de coliflor. Pero todo llegará…

viernes, 7 de marzo de 2025

“Pajaritos por allá” - casualidades en Varsovia

 Aunque el invierno ya empieza a dar tregua, a principios de marzo la antigua capital medieval de Polonia aún conserva su magia invernal. En la Plaza de Plock, los patinadores siguen deslizándose sobre el hielo, mientras en la torre del Ayuntamiento ondean la bandera nacional y la de la cercana Ucrania.


Lo sorprendente no es solo verlos patinar, sino que lo hacen disfrazados. Es carnaval, después de todo. Pero lo que realmente nos arranca una sonrisa en la fresca noche es la música que suena: “Pajaritos por aquí, pajaritos por allá…”

Sí, el icónico baile de los ochenta de “María Jesús y su acordeón” por la megafonía, y los patinadores lo siguen con la misma coreografía y los mismos gestos que nosotros. ¿Quién iba a decir que esta canción era universal? Sorpresas te da la vida.


Después de una semana intensa, en la que las jornadas terminaban tarde y los restaurantes cerraban pronto, repetimos cena en dos lugares muy distintos.

Por un lado, “Salonik Baco Kiysi”, una asociación de ayuda a jubilados, donde no puedo dejar de repetir la contundente sopa tradicional de callos. Por otro, el elegante “Hotel Tumski”, con su refinada propuesta gastronómica, pero sobre todo, porque está abierto hasta las diez de la noche.

 


Sin embargo, la recomendación gastronómica de este viaje se encuentra en Varsovia, en “Specjaty Regionalne”, un restaurante que hace honor a su nombre. Agotados, pero disfrutamos. Imprescindible probar el Bigos Domowy Wielkopolski, un puchero de carne guisada con col agria, con setas silvestres y vino tinto.

Pero la anécdota de la noche la protagonizó el “sommelier”. Mientras nos explicaba la historia del “terruño” de Wieliczka y sus profundas minas de sal, me resultó conocido. Buscando en mi galería de fotos, lo confirmé: ¡ya nos habíamos cruzado antes!

 

Al terminar la cena, y después de haber probado los caldos de la zona, se lo mencioné, no podía creer que aún guardara una foto suya de hace casi dos años. Entre risas y emoción, llamó a su jefa y, como si fuera una celebración, nos invitó a dulces y vodkas aromatizados. La conversación fluyó, igual más de lo debido, y terminó sentándose con nosotros.   Me pidió volver a ver la foto. Sin dudarlo, agarró mi móvil, y lo que hizo fue dejar su propia reseña con una sonrisa de satisfacción y, para rematar, subió las dos fotos a internet con total naturalidad.

 

¡Grande, Peter! —¡qué personaje!

 

Un reencuentro inesperado que hizo especial esta noche en Polonia.

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