En
Barazar, tomamos la pista forestal que nos conduce hasta el Humedal de
Saldropo, siempre bajo la atenta mirada de los funcionarios de la diputación. Se nota que es un destino turístico.
El pequeño Hayedo de Otzarreta, en el Parque Natural de Gorbeia, es un lugar idílico, parece hecho a medida para la fotografía. Menos mal que llegamos temprano, porque al mediodía se llena de familias y la tranquilidad, desaparece por completo.
A pesar de estar a mediados de octubre, las hayas y robles aún no han cambiado sus hojas a los tonos marrones y rojizos. El pequeño arroyo serpenteante añade un murmullo de fondo, mientras que, a lo lejos, nos vigila la cruz del Gorbea imponente. Los hayedos trasmochos, moldeados para alimentar el calero cercano, extienden sus ramas verticales como si quisieran alcanzar el cielo.
El
viento de la semana pasada debio ser impresionante si ha logrado derribar
tantos árboles, especialmente en un entorno como este. La fuerza que tienen las
ráfagas puede ser devastadora, y es asombroso ver cómo arrancan árboles de gran
porte, exponiendo integramente los cepellones,
Aunque la ruta no está bien señalizada, quien tuvo, retuvo, y nos guía a través de algún salto de riachuelo hasta la poco señalizada cascada de Uguna.
La excusa perfecta para un paseo mañanero entre amigos. La recomendación gastronómica: un buen jamón viajero con patatas fritas, sobre la hierba. Como a ti te gusta. Terminamos el recorrido circular en Zeanuri, disfrutando del aperitivo.
¿Qué más se puede pedir?
Otro paseo dominguero
ResponderEliminarEso es facil!
EliminarMe trae recuerdos terribles leerte, tiempos de prácticas en la escuela agraria a contemplar in situ los esfagnos que proporcionan humedales como el de Saldropo. Tiempos de senderismo hacia la cruz por Atxuri...
ResponderEliminarHamarretakos trabajando en Diputación para conservar ese área recreativa...Un acierto seguro siempre.
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EliminarGasolina para el motor