Algo así tiene que sentir el hierro , al endurecerse. A mi no me hace falta altos hornos.
Del calorcito de Kuwait (32 C) del viernes, a la fresquera de Canadá (-22C ), pasando por el agradable sirimiri de casa.
**Según la RAE : sirimiri: llovizna muy menuda, que realmente no consigue que los bilbaínos saquemos el paraguas del armario.
A duras penas he superado el interrogatorio de inmigración. Yo ya no sabía que contarle al buen hombre. No son horas.
Todo el día de aeropuertos y aún me queda esperar el último vuelo. Tres horas de espera. Son las cuatro de la mañana en Bilbao. Día largo.
Ji ji el gorro de la titi Mari!
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