Una tarde Dai, la diosa de las tormentas desató su furia en una terrible tormenta que amenazó con tragarme y los dragones volaban entre los relámpagos para tratar de controlar la furia del agua...mi regreso a China no fue tan poético pero coincide con la llegada del tifón Mujigae a las costas de Hong Kong. Os puedo asegurar que la experiencia del ferry no se me olvidará tan rápidamente.
“Ya he dejado de
vomitar y no he vuelto a plantearme el suicidio.” Elsa sufriendo el temporal en
el barco del Capitan Riley.
Pero gracias a Dios, el mal sabor de boca pasa rápido, el tifón
se desvía de trayectoria no afectándonos más que la cola del mismo.
El fin de semana, con más calma meteorológica, vuelvo a
pasar la frontera para hacer un poco de turismo por Macau. La experiencia sigue
siendo buena. Se visita fácilmente, a pie. Las distancias son cortas si te
gusta pasear.
Solo hay que estar atento para ver curiosidades que son habituales para unos y a otros nos transportan a lo que debió ser un pasado cercano, cuando todo se podía arreglar. No como ahora que se lleva el usar y tirar.
Del templo de A-Má me quedo con la tranquilidad de ver a los
jóvenes practicando sus ritos de
ofrendas. A la larga todo parece lo mismo, cada uno con su cultura.
En la casa del Mandarin, los patios y la reconstrucción. De
las fotos originales...!Lo que ha cambiado! Mucha imaginación al servicio del
turismo. Mas que reconstrucción parece una idealización de lo que pudo ser.
Pero la experiencia más "extraña" ver colas delante de una iglesia ... turistas sacándose
fotos con “el capo”, no pude resistirme y yo también me hice una.
En cuanto a la comida, sigo experimentando. No me podía creer
que existieran crisálidas tan gordas de gusano de seda y que me las pudiera
comer de aperitivo. Muy nutritivas y bajas en grasa.
Aunque me quedo con la comida callejera, en la que además de las brasas que las dominan, te hacen la pasta al momento.
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