Hoy es un día especial. Solo faltaba la compañía. Una grata y gran sorpresa. En el viaje de regreso de China a casa, he conseguido disfrutar de medio día, en esta curiosa ciudad -de más de siete millones de habitantes- encajonada, por lo que los rascacielos y sus estrechas calles -en comparación a la altura de las torres- no me dejan indiferentes.
Entre los grandes edificios, existen pasarelas interiores, que te permiten no pisar la calle, pero eso, sería una auténtica torpeza por mi parte. El callejear y curiosear, es lo que mas me gusta. Se nota la gran riqueza que se mueve en la zona, con los coches y tiendas de lujo más elevado por metro cuadrado que he visto en ninguna de mis anteriores visitas, pero a la vez tiene el encanto del desorden, de su vegetación y sus callejones.
Pasas del gélido aire acondicionado de los edificios a la humedad y el olor a fritanga que se impregna de los puestos callejeros.
En el Paseo de la fama, alguno que otro se tronchaba de risa. Me imagino que por la pronunciación a la hora de nombrar a mi héroe, Jakie Chan. De los pocos nombres que conozco.
Que bueno! Parques públicos para la siesta!
ResponderEliminarEstán limpios o da asquete?
Muy limpios
EliminarDoy fe
Por qué dices especial?
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