Tampico, Altamira y Madero

Tres ciudades unidas.

Como lo virtual está de moda en México, puedo decir - sin miedo a equivocarme- que estoy disfrutando virtualmente de mi estancia.

 La playa de Miramar es una maravilla sin explotar. Lo que podrían hacer si apareciesen los diseñadores urbanísticos de Marbella por Mexico...

 Visita a la escollera, el malecón junto al río Pánauco, que separa los estados de Tamaulipas y Veracruz, me da una idea del potencial turístico que tienen estas playas interminables de arena fina.

El centro histórico de Tampico, tiene un aire de nostalgia. Se respira historia, no muy añeja.
En la plaza de la Libertad, me entretengo más de la cuenta delante de la casa de Castilla. La primera de mampostería de la ciudad. Fue el cuartel de las tropas invasoras españolas y donde firmó su rendición Isidro Barradas, tras la batalla de Tampico.
No puedo pasear por el centro de noche. Es una pena, el miedo a "los malotes" está presente, aunque no se quiera hablar de ello, sale varias veces al día en las conversaciones, si no es una recomendación de seguridad, es un recuerdo de un incidente. Aunque según dicen, ya no hay inseguridad si se compara a lo que se vivió hace un par de años.

Bueno, a lo importante, recomendación gastronómica-
Después de lo manjares de mi comadre Carmen, es difícil recomendar otra comida, esperemos que pronto edite el libro de recetas...pero para el resto de mortales, me atrevo con dos:
• El mejor desayuno que he probado desde hace muchos años, el del Hotel Camino Real-Avenida Hidalgo 2000. Si no estas alojado, merece la pena que te pases una mañana para disfrutar de un desayuno a lo grande.
• Para comer, por el trato y el corte de la carne la recomendación es el Asador -Calle Quinta No. 106 Esq. con San Felipe. Col. Los Pinos.Tampico, Tamps, ...siempre que no te de miedo comer sintiéndote observado por un gran oso disecado, presidiendo la mesa, comienza con el queso fundido con champiñones, unas mollejas a la brasa y luego cualquiera de sus carnes a la brasa.