Regreso a Kuwait,
en medio de la psicosis por el coronavirus.
Mi compañero de vuelo, antes de tomar asiento, procede a la desinfección minuciosa, de todo lo que puede tocar con su mascarilla puesta, bajo mi atenta y nada disimulada mirada. No sé quien se alegra más cuando pido el cambio de asiento.
Seguro que todo tiene una lógica, pero para mí es difícil encontrar la norma que rige esta locura. Descendemos de un
vuelo casi vacío desde Alemania, siendo controlados por las cámaras térmicas y
por multitud de personal con las mascarillas en las gargantas. Se nota, que no
hay quien aguante con ellas.
Aleatoriamente, en inmigración, no me autorizan el
acceso, necesito pasar los controles de salud, grandes colas y aglomeraciones.
En el ambiente, seguro que hay
más peligros que el famoso virus monárquico- Reflexiono en la fila, tras un
italiano despotricando todo el rato, delante de mi.
El viernes, durante
el día de descanso, -no todo va a ser trabajo y reconocimientos médicos-, se aprecia también la diferencia, no es un festivo normal: menos gente en las
carreteras y el centro despoblado, aunque sinceramente...
Hay algunos que van a su aire. Los ensordecedores rugidos me avisan de donde es la concentración motera. ¡Menuda maravilla de maquinas! Lo único que no va acorde son los cascos, pero eso es otra historia.
Ahora cuando leo
estas líneas, a punto de terminar el periplo, no me podía imaginar que la situación
hubiese cambiado tanto y en el fondo parece que he tenido suerte, porque para pasar los
controles necesité los primeros días realizar los controles en el hospital nacional para que me firmen la “Health Surveillance Card”. Eso sí, tras una nueva cola y otro nuevo chequeo.
Así que por lo menos ahora tengo algo que enseñar, si me lo piden a la salida, espero que sea mi salvoconducto.
Ahora a preparar la
maleta, esperando que la salida sea más ágil y con menos tramites que mi llegada.
Escribo con
ganas de regresar a casa y olvidarme de los aviones por una temporada. Nos han
prohibido los viajes en la empresa.
Donde andas?
ResponderEliminarEn casa- Los astros y Lufthansa me sonrieron.
EliminarEl aeropuerto estaba desierto, daba miedo, pero mi vuelo fue uno de los últimos en salir antes del anuncio por el gobierno kuwaiti:
All flight to and from Kuwait suspended until further notice