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sábado, 28 de septiembre de 2024

De Vuelos Perdidos a Sorpresas Ganadas en Polonia

A pesar de que el retraso es culpa de la aerolínea, consigo llegar a la puerta de embarque justo a tiempo, solo para ver cómo el empleado, con el tradicional pantalón corto bávaro, cierra la puerta del avión en mis narices.

Incomprensible, pero cierto. No hay nada que hacer. Otra vez muchos problemas con Lufthansa y sus conexiones. ¡Cómo ha cambiado mi experiencia!

Como bien me lo recuerdas: ¿Dónde quedaron aquellos tiempos en que te despertaban con una suave caricia en las mejillas?

 Siendo como soy un poco lerdo, o más bien algo más que eso, en lugar de relajarme y aceptar la noche de hotel que me han organizado para el día siguiente, disfrutando de una tarde en el Oktoberfest, me paso el día en el aeropuerto, de lista de espera en lista de espera, intentando llegar a Polonia lo antes posible. Un día perdido, pero hay compromisos.

 


La visita a la capital del distrito de Mazovia es muy distinta a la de enero. Mucho más agradable en otoño. Después del primer día de obra, tengo la suerte de ver las luces reflejadas sobre el río y disfrutar de un breve paseo por lo que queda de la época medieval.

 Lástima que no nos alojemos todos los días en el centro de Płock. Según algunos, el hotel Tumski está completo. Aunque no es lo que entiendo cuando hablo con la recepcionista, quien me confirma que sí tienen habitaciones disponibles, pero seguramente fuera de las tarifas corporativas...

Una semana a la carrera, al toque de corneta, intentando mostrar lo que hacemos. Ni siquiera me acuerdo de la sensación de estar participando por primera vez en la construcción de un megaproyecto. Pienso en mis conversaciones al regresar a casa y en el interés de Aita. Son sensaciones olvidadas; demasiadas obras. Ahora, con la distancia y la responsabilidad, todo es diferente. 

Para la pareja, todo es nuevo. En cada salida a la obra, las caras de sorpresa —y algo de miedo— recuerdan quizás a un niño en la noche de Reyes. Merece la pena detenerse y recordar la suerte que tenemos.

Campana de los deseos en Varsovia


Recomendación gastronómica: en el restaurante del Hotel Tumski, el codillo es riquísimo. "Codillo de cerdo sobre puré de patata con un toque de rábano picante, acompañado de dumplings sazonados con cebolla estofada y terminado con salsa de pimienta."

 

 


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